Carpa misionera, signo de Iglesia "que no se queda encerrada"
- 27 de septiembre, 2013
- Mar del Plata (Buenos Aires)
El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, presidió la misa de clausura de la carpa misionera, un gesto que se extendió por 13 días en el barrio Autódromo, en jurisdicción de la parroquia Santa Rita, de la ciudad balnearia. Al cierre de la actividad, colmada de vecinos y fieles, el obispo administró 20 bautismos, 89 confirmaciones y 55 primeras comuniones a jóvenes y adultos. Sobre la actividad, apuntó: "Esto es la Iglesia viva, que no se queda encerrada sino que sale al encuentro".
"Hoy es un día muy importante, un día de felicidad para esta diócesis de Mar del Plata, porque un grupo considerable de la comunidad recibe los sacramentos de la iniciación cristiana, el bautismo, la confirmación y la comunión", señaló. "Como obispo me alegro mucho de estar entre ustedes en esta carpa misionera, porque esto es la coronación de una tarea de esfuerzo, de predicación del evangelio", añadió monseñor Marino, quien felicitó al párroco Héctor Díaz "por la tarea de salir de su sede parroquial a recorrer los barrios de esta extensa geografía".
"La Iglesia se alegra de crecer y de ver que responden, además veo juventud, qué mejor noticia para la comunidad cristiana, ver que el mensaje es aceptado por los jóvenes, entonces significa que hay vida nueva, que hay esperanza, presente y futuro", dijo monseñor Marino ante la multitud presente, entre los que había muchos adolescentes.
El pastor de la Iglesia católica en Mar del Plata destacó la tarea evangelizadora de todos los miembros de la comunidad, que llevaron adelante la misión por las casas, la preparación de los que se bautizaron, confirmaron y tomaron la comunión, y todo lo desarrollado durante los trece días que duró la carpa.
"Como saben, estamos en el Año de la Fe ?recordó-; la idea fundamental es que todos los creyentes, los cristianos, los miembros de la Iglesia Católica, renovemos nuestras convicciones de fe, nuestra adhesión a Jesucristo. Y además que salgamos a ofrecer a otros, a anunciar el evangelio, atraerlos a la casa común, que es la Iglesia, que está constituida por piedras vivas, por cada uno de nosotros".
El obispo realizó una pequeña catequesis sobre el bautismo, la comunión y la confirmación. En una parte de su alocución, se refirió a la fortaleza recibida por el Espíritu Santo en la confirmación para ser buenos discípulos de Jesús, y también para luchar contra la corriente del mundo, haciendo así alusión a las palabras del papa Francisco "aprendan a ir contracorriente".
"Termino esta homilía de la misma manera que la empecé, expresando mi alegría por todo esto que estoy viendo. Esto es la Iglesia viva, que no se queda encerrada o contenta de puertas hacia adentro, sino que sale, va al encuentro, se acerca, está activa. Entonces para mí es ocasión de dar gracias a Dios, y pedir que este impulso misionero siga siempre vivo y que todos entendamos que tenemos este compromiso y obligación", concluyó.
Carpa Misionera. Durante los 13 días en los que se extendió la actividad, muchos vecinos se acercaron a los espacios de formación bíblica y reflexión espiritual. Se ofrecieron talleres de construcción y artesanías. También hubo charlas para mamás embarazadas sobre el cuidado del embarazo y se realizaron 20 ecografías.
"La carpa es un servicio evangelizador, también en la promoción humana que no va por caminos distintos sino unidos. Ha sido una hermosa y fructífera experiencia, la comunidad de este barrio es chiquita pero la carpa los animó en el compromiso y a su vez las otras comunidades que forman parte de la parroquia seguirán acompañando. Tuvimos la alegría de que chicos que estaban a la deriva, empezaron una etapa nueva y, algunos se bautizaron de manos del obispo", detalló el presbítero Héctor Díaz, párroco de Santa Rita.+