Jueves 21 de noviembre de 2024

Card. Parolin: 'El Papa va a Hungría como peregrino de la paz'

  • 27 de abril, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
La visita de tres días de Francisco a Budapest demostrará su compromiso con la construcción de una sociedad más fraterna en una Europa herida por la guerra
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“Estamos viviendo en Europa la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial”, aseguró el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, en vísperas del viaje del papa Francisco a Hungría. El pontífice estará en Budapest desde mañana, 28 de abril, hasta fin de mes. Se trata de un viaje apostólico en el que el Papa se encontrará por segunda vez con los fieles húngaros, tras su visita al país de 2021, con motivo del Congreso Eucarístico Internacional. Es el segundo Papa en realizar viajes apostólicos a esa nación, después de San Juan Pablo II, que estuvo allí en 1991 y 1996.

Entrevistado por los medios vaticanos, el cardenal Parolin explicó que este 41º viaje apostólico de Francisco “es un poco como el feliz cumplimiento de una promesa”, recordando que el Santo Padre viajó a Budapest hace año y medio, en septiembre de 2021, para la clausura del Congreso Eucarístico Internacional, y que en ese contexto tuvo una serie de encuentros, por lo que ahora “se propone ante todo dar continuación y culminación a su anterior visita a Budapest, por lo que el viaje estará dedicado en su mayor parte a encuentros con los diversos grupos, con los diversos elementos del pueblo húngaro”. 

El cardenal Parolin detalló que se planean reuniones públicas con autoridades civiles; con el clero, los diáconos, los consagrados y los agentes pastorales; los jóvenes y con el mundo de los marginados; y, destacó, “sobre todo con los muchos refugiados de la vecina Ucrania". 

En el corazón de Europa
“Esta visita –aclaró el cardenal Parolin- fue planeada hace algún tiempo y, por lo tanto, no está motivada principalmente por la situación actual, que está marcada por la guerra en Ucrania. Como sabemos, sin embargo, esta tragedia que se está perpetuando está muy cerca del corazón del Papa, y estoy seguro de que durante esta visita no se desaprovechará ninguna oportunidad que se presente para promover la paz. Esta especial preocupación del Santo Padre, por tanto, enriquece también su presencia en Hungría con este estímulo a un mayor compromiso por la paz”.

Consultado sobre los flujos migratorios de la ruta balcánica y de los que huyen de la guerra entre Moscú y Kiev, el Secretario de Estado del Vaticano manifestó que “estamos viviendo en Europa la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial: más de 8 millones de refugiados ucranianos cruzaron a la Unión Europea. Y Hungría, en esta situación, se comprometió a mantener sus fronteras abiertas a las personas que huyen de la guerra en Ucrania, y más de 4 millones de personas pasaron por Hungría, ya sea directamente desde ese país eslavo o desde Rumania”. 

Al mismo tiempo, explicó, la Iglesia sigue preocupada por la situación de la migración irregular a lo largo de la ruta de los Balcanes y la difícil situación que muchos enfrentan, por ejemplo, a lo largo de la frontera entre Hungría y Serbia. Aunque muchos de los que están en la frontera no son refugiados, la mayoría necesita protección y todos deben ser tratados con el respeto que merecen como personas humanas.

El problema migratorio, advirtió el cardenal Parolín “es un problema que no atañe solo a Hungría, sino a todos los países de la región, especialmente a los de la frontera con la Unión Europea, que luchan por hacer frente a crecientes flujos de migración mixta, de países en conflicto y de extrema pobreza. En este sentido, toda Europa debe encontrar la manera de asumir la responsabilidad de quienes buscan una vida mejor dentro de sus fronteras. Y esto, por supuesto, incluye trabajar para ayudar a los migrantes a permanecer en sus países de origen, en paz y seguridad, para que no se vean obligados a huir o buscar la paz, la seguridad y el trabajo digno en el extranjero”.

La fe del pueblo húngaro
El cardenal Parolin destacó luego “la fe del pueblo húngaro”, a la que definió como “viva y admirable”, especialmente ligada a muchos santos que se veneran en el país, desde San Martín hasta San Esteban, pasando por Santa Isabel, pero observó además que se trata también de “una fe que fue testimoniada de manera ejemplar por figuras recientes. En efecto, consideremos los diversos mártires y confesores de la fe vinculados al período de la persecución atea: ¡cómo no recordar aquí la figura emblemática del venerable cardenal József Mindszenty! Es una fe, por lo tanto, forjada a través del sufrimiento y practicada durante años por una Iglesia oculta que, como una semilla, luego brotó y floreció después de años de represión”.

El Papa confirmará a los húngaros en su fe
“La visita del papa Francisco, dijo Parolin, “será también una oportunidad para abrazar a un pueblo particularmente querido por el Papa desde la época de las monjas húngaras que conoció en la Argentina”; y, por último, citó algunas de las palabras de Francisco, las que pronunció el domingo después del Regina Coeli: “Será también un viaje al centro de Europa, sobre el que siguen soplando gélidos vientos de guerra, mientras los movimientos migratorios de tanta gente pone temas humanitarios urgentes en la agenda”.+