En los últimos tres meses, más de 500 cruces de las iglesias de la provincia de Anhui en China fueron eliminadas por el régimen comunista, sin que católicos y protestantes puedan resistirlo.
"Cada vez tenemos menos libertad también aquí entre nosotros, denunciarlo es un deber moral", expresó el cardenal Joseph Zen Ze-Kiun, obispo emérito de Hong Kong al liderar a un grupo de cristianos, de todas las denominaciones, que pidieron al gobierno central de Pekín que desista de demoler cruces en China continental, y que libere a los líderes religiosos encarcelados.
El cardenal John Tong, arzobispo de Hong Kong, China, difundió hoy un pedido urgente contra la demolición de las cruces en la provincia de Zhejiang, que afectó a más de mil iglesias, entre católicas y protestantes. En el pedido, el purpurado pide al gobierno chino que frene tales "acciones ilegales", también porque muchas cruces y edificios fueron edificados con todos los permisos del gobierno.
El obispo de Yongjia, Wenzhou (China), Mons. Vincent Zhu Weifang, de 90 años de edad, salió al frente de un grupo de fieles para protestar por la campaña de demolición de símbolos cristianos que afectó hasta el momento a unos 400 edificios de culto. El anciano obispo a la cabeza de 26 sacerdotes de la diócesis llevando un cartel que decía "Protejan la dignidad de nuestra Fe. Estamos en contra de la demolición de las cruces", manifestaron frente al centro municipal.