A los 20 años, Lambe fue enviado desde Irlanda para extender esa institución apostólica en Sudamérica. Murió en Buenos Aires, ciudad donde se inició la fase diocesana de su proceso de canonización.
Monseñor Santiago Olivera, delegado de la Causa de los Santos de la Conferencia Episcopal Argentina, presidió el pasado sábado 24 de junio una misa de acción de gracias en la basílica del Pilar.