"Familiaricémonos con el Evangelio y veremos cómo nos traerá la gran novedad y la alegría de Dios", sugirió el arzobispo de Buenos Aires.
El arzobispo de Buenos Aires hizo tres propuestas: encontrar ocasiones para celebrar y alegrarse, buscar soluciones más allá de los diagnósticos y confiar en que Dios siempre interviene.
El arzobispo de Buenos Aires incorporó, como lugares para obtener la indulgencia plenaria, a las parroquias bajo esa advocación mariana en Belgrano y Flores. Animó también a visitar a los enfermos.
En la fiesta del Bautismo del Señor, el arzobispo porteño animó a consolar, hablar al corazón y anunciar la buena noticia de Dios, "que nos ama tanto, que entregó la vida por nosotros".