El Papa lo anunció durante la misa de inicio del Sínodo, en la plaza de San Pedro. "Los vientos de la guerra y los fuegos de la violencia continúan devastando pueblos y naciones enteras", aseguró.
Asisten a charlas sobre los grandes credos y recorren una sinagoga, una mezquita y un templo budista. También profundizan sobre la historia, creencias y costumbres de las confesiones religiosas.
"Que ojalá también nosotros podamos dejar la intolerancia de lado y abrir las puertas de nuestra mente para aceptar a los distintos", expresó el arzobispo de Buenos Aires.
Dirigiéndose a los participantes del Sínodo, el pontífice expresó "vergüenza por nuestros pecados y buscando el perdón de Dios y de aquellos a quienes hemos lastimado".