En el segundo domingo de Cuaresma, el pasado 17 de marzo, monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, reflexionó en torno al relato evangélico de la Transfiguración del Señor, el que definió como una "teofanía", es decir, de un relato de "manifestación del poder y la gloria de Dios". A la luz de la Palabra, propuso tres palabras "para meditar y orar": lugar, memoria, escuchar.
Sobre el Evangelio del primer domingo de Cuaresma, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, reflexionó en torno a las tentaciones de Jesús, aplicadas a la cotidianeidad del hombre. Se centró en el "hambre", el "poder" y la "religiosidad" para sintetizar sus habituales tres puntitos.
En su reflexión del 8º domingo durante el año, 3 de marzo, monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, indicó tres expresiones para entender las lecturas: "Ojos sanos para mirar", "Frutos buenos" y "Victoria sobre la muerte". Y resumiendo los textos bíblicos, expresó: "Si el Señor con su gracia está en nuestra esencia, si los valores del Evangelio son la savia que corre por nuestras venas y arterias, entonces nuestros frutos serán esencialmente buenos".
En su reflexión para el 7º domingo durante el año, el pasado 24 de febrero, monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, utilizó sus habituales tres puntitos sintetizados en tres verbos: "amar", "juzgar" y "ajustar". La dificultad de amar a los enemigos, el consejo de emitir juicios, pero con misericordia, y la grandeza de poder ajustar la medida, como la "regla de oro".