Tras casi seis décadas, se despidieron de la comunidad con una misa en la parroquia San José Obrero, donde recibieron el reconocimiento y agradecimiento de los fieles por su prolongado servicio.
El instituto secular, fundado en 1975, valoró la cercanía y espíritu de servicio del arzobispo emérito de Corrientes por sus 41 años como orientador espiritual y consejero.