En diálogo con Radio Vaticana, el prelado destacó que la Iglesia tiene una responsabilidad moral, humana y social de crear puentes entre naciones, como "parte integral de la misión evangelizadora".
Sobre los 40 años del Tratado de Paz y Amistad Argentina-Chile, el purpurado subrayó que no se trata solo de conmemorar un evento, sino de proyectar al presente y al futuro sus enseñanzas.
Con un llamado a la esperanza para ambos países, el arzobispo de esa localidad andina presidió la misa, en la que también se conmemoraron los 50 años de la bendición de ese santuario nacional.
El presidente del Episcopado, Oscar Ojea, presidió la acción de gracias por el aniversario de la mediación papal. Animó a iluminar "con el evangelio de la paz que es don de Dios y tarea humana".