"Pedirle a Jesús constantemente la gracia de la fe en la resurrección, que no todo termina allí con la muerte sino que nuestro destino final es la resurrección", propuso el obispo de Río Cuarto.
"Pidamos al Señor que nosotros también podamos hacer ese acto de fe y decirle aun sin verlo a Jesús: 'Señor mío y Dios mío'", sostuvo el obispo de Río Cuarto.
"Cuando nos ponemos a disposición en un auténtico servicio, estamos entregando así, la vida por Jesús y por los otros, y esa vida es la que se gana", sostuvo el obispo de Río Cuarto.
"El primer domingo de Cuaresma nos plantea cómo es la vida del cristiano: un combate donde venció primero Jesús y Él, con su gracia, nos ayuda a vencer a nosotros", sostuvo el obispo de Río Cuarto.