El Secretario de Estado Vaticano expresó su preocupación por la evolución reciente de los principales frentes bélicos. "Estamos al borde del precipicio", lamentó.
"La gente no puede morir por noticias faltas", denunció el pontífice al reunirse con los miembros de las Agencias de Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO).
Luego de la catequesis y el rezo del Ángelus, el Obispo de Roma aseguró que la guerra "destruye la vida e induce a despreciarla, por lo cual es siempre una derrota".
En una declaración conjunta, Cáritas Internacional y un grupo de organizaciones cristianas destacaron la crisis "abrumadora", con hambre y desplazamientos masivos, a causa de la por la guerra.