Este templo, conocido como "La Cripta", se presenta como un espacio renovado de encuentro, fe y comunidad para los habitantes de la zona. La consagración fue presidida por el Card. Raúl Rossi.
"Algo tiene que morir en mí en esta Cuaresma, algo tiene que resucitar en mí", anima el arzobispo de Córdoba en el tercer domingo de Cuaresma, al reflexionar sobre la parábola del hijo pródigo.
El arzobispo de Córdoba destacó la importancia de la disponibilidad y la paciencia divinas, invitando a los fieles a desprenderse de lo que los oprime y abrirse al llamado de Dios en Cuaresma.
En un gesto hacia la memoria, la verdad y la justicia, el purpurado cordobés recorrió el lugar donde funcionó ese centro clandestino de detención. "La esperanza se sostiene en la memoria", afirmó.