El arzobispo de Manila, presidió la celebración de unos de los acontecimientos religiosos más importantes de Filipinas, vinculado desde hace 100 años a la estatua de madera de Cristo.
En la fiesta de San Salvador, la ciudad celebra al patrono de los pescadores con una misa solemne en la parroquia Sagrada Familia y San Luis Orione, y una procesión y ofrenda floral en el puerto.