El arzobispo mendocino presidió la Misa Crismal, en la que agradeció a sacerdotes y diáconos por su servicio, su cercanía con la gente y gestos sencillos de acompañamiento, consuelo y esperanza.
"¡Muy feliz Pascua! Que tengamos en el Señor Jesús, nuestra fortaleza y nuestra plena esperanza", expresó en un mensaje a la comunidad arquidiocesana de Mendoza.
El arzobispo de Mendoza consideró que la Cuaresma es un buen momento para hacerlo. "Él quiere nuestra vida, Él nos juzga con misericordia, Él nos ama y nos rescata", aseguró.
Así lo subrayó el arzobispo de Mendoza, al reflexionar sobre la significación profunda de la parábola del hijo pródigo, en la que se invita a hacer la experiencia de la reconciliación con Dios.