"¡No podemos callarnos!", dice el comunicado de la Compañía de Jesús, en el que mencionan a los 1.800 israelíes y más de 32.000 palestinos que murieron desde el inicio de la guerra.
Pidió "esfuerzos incansables" para poner fin a la guerra entre Israel y Hamas, a la vez que lamentó una vez más el sufrimiento de la población civil.
El secretario general de la institución destacó que "todo el mundo debe unirse" y decir: "¡Basta!, ¡alto el fuego!, ¡detengan este bombardeo!"
El Santo Padre lo ha vuelto a solicitar urgentemente, al igual que la liberación de todos los rehenes en la guerra entre Israel y Palestina.