El obispo de Río Gallegos celebró la Eucaristía del segundo domingo de Pascua y animó a "ofrecer, a los hermanos que más necesitan, la misericordia que se derrama por la gracia de Jesucristo".
El Domingo de la Misericordia comenzó la peregrinación mundial de la imagen bendecida por el Papa Francisco que se extenderá hasta la celebración de los dos mil años de la Redención.
El arzobispo de Córdoba llamó a "estar atentos a las necesidades de los demás, a vencer la tentación de cuidarse a sí mismo y a animarse, desde la misericordia, a mirar más allá".
El obispo de Río Gallegos presidió la celebración de la fiesta de la Divina Misericordia, que es "Dios que se conmueve con todo su corazón ante nuestra miseria y cuyo amor no tiene límites".