El arzobispo de Rosario presidió el inicio del Año Santo en la arquidiócesis, con una peregrinación desde el santuario de San Cayetano hasta la catedral Nuestra Señora del Rosario.
Lo planteó el arzobispo de Rosario en la misa en la catedral local, donde recordó que, "si Cristo está, entonces hay esperanza".
El arzobispo designó párrocos y vicarios parroquiales. También, un capellán externo, delegados episcopales y un colaborador pastoral. Autorizó un traslado y conformó la Junta de Historia Eclesiástica.
A las puertas del Adviento, el tiempo de la espera del Salvador, el arzobispo de Rosario invita a toda la comunidad eclesial "a prepararse a recibir al Señor en cada Eucaristía".