Viernes 26 de abril de 2024

Documentos


Algunas consideraciones acerca de la legalización del Aborto en Argentina

Reflexiones de monseñor José Vicente Conejero Gallego, obispo de Formosa, en el penúltimo día del año 2020 (30 de diciembe de 2020)

¡No hay nada nuevo bajo el sol!, bien dijo -Quohelet- (Eclesiastés, 1, 9). A lo largo de la historia humana han existido faraones, Herodes, Hitler, Stalin, Mao TseTung…, -por sólo mencionar algunos de más renombrados- todos ellos, asesinos criminales que dictaminaron leyes abominables contra la vida de los inocentes. Hoy también, como aquéllos, continúan viviendo en la actualidad, mercenarios, sicarios, cómplices directos que atentan contra la vida inocente y la dignidad humana de los más indefensos; y para colmo, engañados en sus propios embustes y argumentos, creen que hacen el bien, que defienden y conquistan derechos humanos. Afirman que, desde ahora, nos irá mejor como sociedad ¡Qué vergonzoso!

¡Qué pseudos referentes políticos que desacreditan el ejercicio de la noble actividad de la política! La política es la actividad humana, que nace para buscar el bien común, en el que encuentra su justificación plena y sentido. Qué bien les vendría recordar a nuestros dirigentes que el ejercicio de la autoridad política debe realizarse siempre dentro de los límites del orden moral para procurar el bien común… límites que señala la ley natural y evangélica (cf. GS 74) ¡Qué necesidad -como a ello invita el Papa Francisco- tiene la política de rehabilitarse!

Frente a esta situación se pone de manifiesto, con claridad meridiana, el principio ético: “El consenso no hace la verdad”; pues, ésta tiene su propio fundamento en sí misma y brilla siempre en su esplendor. Por eso, hemos de reconocer que existen leyes positivas humanas que, por más que hayan sido consensuadas y aprobadas, y se declaren “legales”, no siempre son justas ni verdaderas, como en este caso el dictamen de la presente ley de la legalización del aborto. El aborto es y será siempre un crimen repudiable.

Por otra parte, como afirma el Apóstol de los gentiles: es preciso que se formen partidos entre ustedes, para que se pongan de manifiesto los que tienen verdadera virtud (1 Cor 11,19). De esta manera, queda al descubierto lo que hay escondido en el corazón de cada persona, las motivaciones más profundas de quienes se dejan conducir por el espíritu del bien y de la verdad; o bien, de aquellos que se guían por ideologías falaces, tenebrosas y apañadas de intereses. Nos preguntamos:

¿Qué actitudes tomar ante la presente situación?
Ahora, más que nunca, frente a la adversidad, la mentira y el mal que nos rodean, debemos procurar ser:

  • Firmes en la verdad: con sentido común, humano, natural y científico, DEFENDER, PROTEGER Y CUIDAR, siempre y en toda circunstancia, la VIDA HUMANA.
  • Firmes en la fe y en la enseñanza unánime de la Iglesia: llamando a cada cosa por su propio nombre, lo que es un crimen abominable (GS 51) lo es y lo será siempre.
  • Orar sin desfallecer: como Jesús en la Cruz, cuando entregaba libremente su vida por la Redención del mundo y el perdón de los pecados: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34).

Renovando la esperanza, digamos:

MARÍA, NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN,
Ruega por el Pueblo Argentino y por el mundo entero.

Mons. José Vicente Conejero Gallego, obispo de Formosa
Formosa, 30 de diciembre de 2020