EL PROBLEMA DEL ABORTO ES UN ASUNTO DE ÉTICA HUMANA
(Francisco a las mujeres de las villas y los barrios populares)
En estos días desde algunos medios periodísticos se nos viene presentando como algo necesario la implementación de la ley del aborto legal. Incluso en medio de la pandemia, con las situaciones dolorosas que genera y la esperanza de salir adelante, se la presenta como algo de suma urgencia.
Nos sumamos a lo presentado en la carta de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, en la que como pastores, se mira con preocupación que este no es el momento propicio para presentar un debate que puede generar más divisiones en estos tiempos en que el país necesita unidad para enfrentar la pandemia y otros desafíos.
Acompañando la realidad de tanta gente de nuestros barrios y que como argentinos vivimos, busquemos caminos de encuentro y no de enfrentamiento.
Es tiempo de abrirnos a la vida, de poner la atención en el cuidado que tantos enfermos y tantos trabajadores de la salud necesitan.
Cada vez más, vemos que se incrementa en la sociedad la tendencia al descarte del que no produce o cuya vida puede no resultar útil desde los réditos que deja. Así, son dejados de lado los abuelos, las personas con otras capacidades, los que no pueden terminar sus estudios y en este tiempo los niños que aún no han nacido.
Ellos no pueden pedir “queremos vivir”. Necesitan de quienes se animen a decirlo por ellos. Muchos gritos y carteles querrán acallarlos, y acallarnos a aquellos que pedimos por ellos.
Los invitamos a sumarnos a las iniciativas y manifestaciones que este fin de semana se harán a favor de la vida de los niños en el tiempo de su gestación. Cuidemos la vida en todas las circunstancias.
Pedimos a Jesús y a la Virgen por quienes sufren esta problemática, por aquellos que teniendo la responsabilidad de gobernar, desde la implementación de leyes, lo hagan teniendo en cuenta a los más frágiles y que apostemos al cuidado de la vida desde la gestación hasta la muerte natural.
Abriéndonos al diálogo para la búsqueda de soluciones que atiendan todas las realidades y comprometiéndonos con la Vida que Dios nos regala, nos unimos en oración por la unidad y la paz. Los bendecimos cordialmente.
Mons. Fernando Carlos Maletti, obispo de Merlo-Moreno
Mons. Oscar Eduardo Miñarro, obispo Auxiliar de Merlo-Moreno