Miércoles 24 de abril de 2024

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Un nuevo sol, se levanta - La civilización del amor

Saludo de monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata a los sacerdotes, en la Fiesta del Santo Cura de Ars (4 de agosto de 2020)

Queridos hermanos:

¡Feliz día del sacerdote!

Del año 2020 no nos vamos a olvidar fácilmente. Si Dios nos regala mucha vida seguro contaremos a las próximas generaciones las diversas vicisitudes que tuvimos que atravesar. Mirando nuestra realidad sacerdotal narraremos, por ejemplo, que no tuvimos Misa Crismal y que, con suerte, celebramos el Jueves Santo con uno o dos fieles y sin lavatorio de pies. Nunca habíamos pensado en algo así. ¡Un contexto absolutamente inédito!

En medio de este contexto inédito, al celebrar hoy al Santo Cura de Ars, quiero agradecerles queridos sacerdotes la creatividad de la fe que han desarrollado en este tiempo para pastorear a nuestro pueblo como Jesús quiere. Agradecerles la disposición del corazón a la audacia del Espíritu para llevar en medio de tantas privaciones y límites la vida de la Iglesia en cada comunidad a pesar del aislamiento. ¡Qué lindo ver tantas iniciativas diversas para seguir manteniendo viva nuestras parroquias y espacios pastorales! ¡Qué bueno ver como en medio de la pandemia se equilibran de forma dinámica las tres dimensiones de la Iglesia: kerygma-martyria, leiturgia y diakonia, como nos recuerda el querido Papa Emérito Benedicto XVI en DCE 25! ¡Gracias, muchas gracias por todo esto!

Pensaba, por último, la gracia de haber hecho juntos Un nuevo sol por inspiración de Daniel. ¡Qué bien que le hizo a nuestro pueblo ese testimonio de unidad! Todavía sigo recibiendo ecos positivos de todos los puntos de la Diócesis y de afuera también. Además del testimonio de unidad en la diversidad, porque realmente somos distintos, el contenido de la letra de Un nuevo sol nos compromete más que nunca en la etapa que viene. Unas semanas atrás el Papa Francisco decía que de la pandemia salimos mejores o peores, no hay camino intermedio. ¡Que anunciando a Cristo, el sol que nace de lo alto, animemos a nuestro pueblo a que saque lo mejor de sí para esta nueva etapa donde más que nunca queremos construir la civilización del amor!

¡Qué María, la Virgencita del Valle y el Santo Cura de Ars, intercedan por nosotros y toda la Iglesia Diocesana en camino sinodal!

Con afecto y bendición de padre, hermano y amigo.

Mons. Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata