Queridos hermanos:

Con gran alegría y gratitud en el corazón, me dirijo a cada uno de ustedes en este día en que celebramos la memoria de San Juan María Vianney, patrono de los sacerdotes. Me siento honrado y afortunado por poder contar con la compañía y la dedicación de ustedes en esta tarea de animar y servir al pueblo de Dios en Avellaneda-Lanús. Agradezco al Señor esta comunión en el camino en el que buscamos responder a lo que el Espíritu dice a la comunidad cristiana (Ap 2, 7) en este momento de la historia.

En este mundo en constante cambio, enfrentamos numerosos desafíos, tanto sociales como pastorales. En un marco tan desafiante, tanto más valiosa se vuelve la entrega generosa de cada uno de ustedes en medio de las comunidades, trabajando silenciosamente por el bien de la humanidad, procurando llevar el mensaje de reconciliación y esperanza a quienes lo necesitan. Su servicio constante y desinteresado nos muestra el verdadero rostro del amor de Dios. La Iglesia, y especialmente esta Diócesis, se enriquece con la presencia de hombres comprometidos en su ministerio y con un corazón desbordante en el amor por Cristo y su pueblo.

Que el Señor siga fortaleciendo sus corazones y renovándolos para la misión que les ha confiado, para que puedan vivirla con entusiasmo y fidelidad. Y que la intercesión de san Juan María Vianney y del santo Cura Brochero, hombres ejemplares en el servicio sacerdotal, los proteja y los guíe en el camino.

A todos y a cada uno, les deseo un feliz día. Con afecto fraterno,

Mons. Marcelo Julián Margni, obispo de Avellaneda-Lanús Avellaneda,
4 de agosto de 2023, memoria de san Juan María Vianney.