Viernes 22 de noviembre de 2024

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Saludo a la Familia de Schoenstatt en Mendoza

Saludo de monseñor Marcelo Daniel Colombo, arzobispo de Mendoza a los responsables familia de Schoenstatt en Mendoza (3 de noviembre de 2022)

Mis queridos hermanos:

Con alegría les escribo para agradecerles la muy cordial y fraterna reunión de anoche en la que Uds. expusieron con tanto amor y claridad, la vida de las distintas ramas de la Familia de Schöenstatt. Destaco el entusiasmo y la compenetración de todos en la vida integral de su Movimiento y, sobre todo, con la vida de la Iglesia, universal y particular, aquí en Mendoza.

Me ha dejado una muy grata impresión el cuidadoso detalle de las actividades realizadas por cada rama. Y destaco fundamentalmente algunas acciones pastorales que ponen de manifiesto el servicio que el Movimiento puede prestar a toda la Iglesia y a las familias: la creciente apertura del Santuario a distintas iniciativas pastorales diocesanas, así como la posibilidad de interacción con los demás santuarios nacionales, el plan de acompañamiento de los matrimonios en sus primeros años y aquellas nuevas uniones, la participación en la Pastoral de la Calle y otras iniciativas solidarias, de la Iglesia en Mendoza y del Movimiento, la progresiva recuperación de todos los espacios del Santuario, incluida la que fuera casa del casero, el ejercicio de la acogida y escucha de los peregrinos en los espacios de Secretaría, la multiplicación de ermitas de la Mater, que posibilita a tantas familias y barrios elevar su plegaria a la Virgen santísima…. En fin, son muchas cosas que me alegraron el corazón y temoolvidar alguna. A todos, ¡muchas gracias!

Finalmente, a aquellas ramas que nuclean a los jóvenes, JF y JM, a los profesionales, a los matrimonios, a las madres, a los distintos consagrados, hombres y mujeres, quiero encomendarlos al Señor, para que sean capaces de ejercitar más y más la gracia del “cobijamiento”, propia del Santuario, de la que hablábamos anoche, en el sentido de acoger de las distintas intemperies que nos afligen en un mundo cada vez más hostil e individualista, promoviendo los vínculos interpersonales, el ejercicio de la libertad y la responsabilidad, de la solidaridad y la corresponsabilidades eclesial, ya que en la familia del Señor, todos estamos invitados a participar de su vida y de su misión.

Nuestro Padre Dios los abrace con su ternura y misericordia. En su nombre, los bendigo e imploro para Uds. todos los bienes y bendiciones del Señor. Que sean valientes seguidores de Jesús, y ponerse siempre en sus huellas, para amar y servir según el estilo de María, nuestra Madre.

Mons. Marcelo Daniel Colombo, arzobispo de Mendoza