Jueves 21 de noviembre de 2024

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Primer Encuentro de Equipos y Consejos diocesanos de Pastoral

Palabras de bienvenida de monseñor Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza, a los participantes del Encuentro (3 de septiembre de 2022)

Queridos hermanos,

Estamos muy felices de recibirlos en Mendoza para celebrar juntos este importante espacio de encuentro fraterno en el que queremos comenzar a trabajar en comunión, como miembros del Pueblo de Dios, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, en la animación pastoral de la Región Cuyo. En el contexto de los trabajos que se llevan a cabo en toda la Iglesia, como parte del camino pre-sinodal, esta oportunidad de reflexionar juntos los equipos y Consejos pastorales de Cuyo, es un regalo del Espíritu Santo para profundizar en la misión a la que el Señor nos envía.

Así lo testimonian las conclusiones del Camino sinodal en Argentina:

El discernimiento amplía nuestra capacidad de escuchar al Espíritu, al prójimo y a la realidad. A veces nos cuesta encontrar el ámbito para llevarlo a cabo en nuestras comunidades y discernimos y tomamos decisiones sobre la marcha y de acuerdo a las posibilidades de cada persona, de cada grupo. Por esta razón consideramos como muy importante la generación de espacios de diálogo y consulta permanentes que obtengan como fruto una pastoral más orgánica en unidad sinodal de todo el Pueblo de Dios. Los consejos pastorales de la diócesis y de las parroquias, por ejemplo, parecen apropiados para este fin y son como una forma de vincular los procesos sinodales en el marco de los planes pastorales.

Con humildad queremos dar los primeros pasos, sabiendo que estamos en los comienzos y nos toca poner los cimientos de un trabajo que tomará su tiempo, pero que, con la ayuda de Dios se irá consolidando. Así nos lo testimonian otras regiones donde esta experiencia lleva décadas y se van recogiendo los frutos de un fecundo trabajo común. En las conclusiones nacionales en el camino sinodal, leemos:

La palabra “camino” y la expresión “estar en camino”, fueron palabras claves en los informes regionales. Con estas expresiones se alude al hecho de estar haciendo un proceso nuevo que denominamos Iglesia en salida. Sentimos que “Caminar es también escuchar y compartir” y que cada comunidad está llamada a ser “posta de caminantes impulsados a dar el pan y el catecismo”. Queremos construir una Iglesia más compañera, que sepa ponerse a la par de la sociedad, pero también se pide compañerismo al interior de las comunidades. Deseamos que “los sacerdotes sean verdaderamente hermanos” y aspiramos a que, cada vez en mayor medida, “la Iglesia esté donde está la gente”.

Esta tarde vamos a tener en cuenta el camino recorrido por cada diócesis en vistas a la conformación de su consejo pastoral. Ciertamente la riqueza del compartir nos permitirá avanzar más tarde en el intercambio del diálogo fraterno. Sobre la escucha es resaltada por las conclusiones del Camino Sinodal en Argentina:

Queremos que nuestra escucha sea humanizadora, que disponga de tiempo fraterno para atender a aquellos que desean ser escuchados en sus necesidades. Una escucha, como la de Jesús, desde el corazón recibiendo la vida así como viene, y aprendiendo a reducir nuestros prejuicios. La escucha se concreta, sobre todo, cuando se atiende a las voces que incomodan. Este es uno de los ejes que los informes diocesanos subrayan como relevante, o bien por estar viviendo los frutos de haber practicado esta experiencia, o bien porque se aspira a una mejora en este aspecto. Se dijo: “se dio apertura de corazón para escuchar y esto motivó espacios de escucha”. A pesar de que constatamos que “sobresale la falta de escucha en nuestras comunidades” y que “hay dificultad para entablar un diálogo sincero y escuchar al mundo”, soñamos con una Iglesia que escuche a todas las personas, sin excluir a nadie, especialmente a la humanidad sufriente. Que escuche a quienes están atravesando momentos difíciles de su vida por enfermedades, pérdidas de seres queridos o privación de la libertad.”

Dios nos siga acompañando en este servicio que queremos prestar a nuestro pueblo y a la Iglesia en Argentina.

Mons. Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza