"Es un pecado grave de omisión ocultar o negar la presencia de Cristo - Evangelio del Padre - a un mundo que necesita ser salvado por Él", planteó el arzobispo emérito de Corrientes.
El obispo emérito de San Isidro subraya la ceguera espiritual provocada por la falta de caridad y la urgencia de una conversión del corazón para reconocer al otro como don de Dios.
El arzobispo de Córdoba llamó a "despertarse" ante la indiferencia social, exhortó a tender la mano al pobre y advirtió que "el cuidado de los más frágiles no es un acto de caridad, sino de justicia".
El arzobispo de Mendoza alertó sobre la riqueza desmedida, el lujo que ciega el corazón y la urgencia de volver a la Palabra para construir una sociedad más justa y fraterna.