En un mensaje por el Día de la Madre, el arzobispo sanjuanino destacó su entrega silenciosa, su fortaleza ante las dificultades y su reflejo del amor de Dios en la vida cotidiana.
"Sin temor a exagerar podemos afirmar que, nuestra infantil insistencia, enternece el Corazón de Dios. Quienes se hacen como niños son atendidos sin demora por el Padre", sostuvo el arzobispo.
El obispo de San Francisco meditó sobre el evangelio del buen samaritano agradecido y llamó a redescubrir la fe en quienes saben reconocer a Jesús con gratitud.
El obispo emérito de San Isidro aseguró agradecer "es un acto de justicia que abre el corazón a Dios, ya que la falta de gratitud genera egoísmo y división".