"Una de nuestras tareas más importantes es volver a unir a la gente", aseguró el patriarca latino de Jerusalén, convencido de que la minoría cristiana tiene una misión importante para el futuro.
El secretario de Estado vaticano se refirió a la situación en ese país.En tanto, en Alepo, los líderes islamistas transmitieron a las comunidades cristianas que respetarán sus tradiciones religiosas.
En la fase de incertidumbre abierta tras la caída de Damasco, los líderes de las iglesias manifestaron "cautela y esperanza", para que esta transición transcurra de forma segura y pacífica.
El padre Bahjat Karakach afirma que la parroquia es el punto de distribución de la ayuda, pero los recursos son limitados. Habló también de un pueblo "agotado por años de sufrimiento y estancamiento".