Monseñor Mounir Khairallah denunció el alto precio que están pagando sus compatriotas libaneses por un conflicto que "no quieren y nunca querrán", y destaca el aliento del Papa Francisco.
En la sede del Patriarcado Maronita, se reunieron los principales líderes de las 18 comunidades religiosas reconocidas en el país. Para el patriarca maronita, se trató de "un signo de esperanza".
El patriarca caldeo, Card. Luis Raphael Sako, manifestó que se vive una situación "preocupante", sobre todo para la población civil, que paga "el precio más alto".
Los bombardeos israelíes están golpeando especialmente en los alrededores de Baalbek, donde viven muchas familias cristianas que acogen a los desplazados, en su mayoría musulmanes.