Griego de nacimiento pero de padre israelita, fue el cuarto pontífice de la Iglesia y el primero de origen griego. Gobernó la Iglesia del 97 al 105. Dividió la ciudad de Roma en siete "diaconías" y estableció que el matrimonio cristiano se celebrase públicamente y con la bendición del sacerdote. Su pontificado se desarrolló bajo el emperador Trajano, quien publicó un edicto prohibiendo las reuniones y asambleas nocturnas, lo que desató una cruenta persecución para destruir a los cristianos. Se cree que San Evaristo sucumbió en el martirio, aunque no hay pruebas de ello, ya que ni siquiera se conoce la fecha en que murió y dónde está enterrado su cuerpo. La Iglesia lo declaró santo como a todos los primeros papas.