Aunque el Evangelio nada dice al respecto, una antiquísima tradición, recogida por San Juan Damasceno, asegura que María fue presentada por sus padres San Joaquín y Santa Ana en el templo de Jerusalén, a los 3 años de edad, para ser ofrecida a Dios. La fiesta de la Presentación de María se celebraba en todo el Oriente desde el siglo VI, y se originó con motivo de la dedicación de la Basílica de Santa María la Nueva, construida en Jerusalén el año 543.