Nacido cerca de Samosata, en la aldea de Maratha, Daniel observó la vida monástica desde los doce años. Al conocer a San Simeón, el primero y más famoso de los estilitas (que vive en lo alto de una columna), decidió seguir su ejemplo. Para ello levantó una columna en una altura cercana a Constantinopla y en ella vivió el resto de su vida. Murió el año 489.