Nació hacia el año 230 en Huesca, España. Fue el primero de los siete diáconos de la Iglesia romana. Durante la persecución del emperador Valeriano, al ser encarcelado el papa Sixto II, Lorenzo, que era el encargado de la administración, se negó a entregar los bienes eclesiásticos al emperador y en cambio los distribuyó entre los pobres y enfermos. Esto enfureció al tirano que lo hizo quemar a fuego lento, acostado sobre una parrilla. Finalmente entregó su alma a Dios sin proferir queja alguna, el 10 de agosto del año 259. La iglesia de San Lorenzo extra muros, es la quinta basílica patriarcal de Roma. San Lorenzo es el patrono de los diáconos, por eso hoy es el Día del Diácono.