Viernes 10 de octubre de 2025

'San Egidio es una comunidad de profetas'

  • 10 de octubre, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
Así se expresó Mons. Alejandro Giorgi, obispo auxiliar de Buenos Aires, en la celebración por los 57 años de la Comunidad San Egidio, iniciada en Roma en 1968 por un grupo de estudiantes secundarios.
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"Creo que la Comunidad de San Egidio -y su fundador, Andrea Riccardi- es una comunidad de profetas", expresó el obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario de la zona Centro, monseñor Alejandro Giorgi, en una misa por los 57 años de la Comunidad de San Egidio, iniciada en Roma en 1968 por estudiantes secundarios que querían vivir el Evangelio.

El obispo especificó que a veces pensamos que profeta es alguien que predice el futuro; en realidad, aclaró, es alguien que ve dónde está Dios y lo anuncia. Y señaló que el día de nuestro bautismo, cuando nos pusieron el crisma para hacernos parecer a Cristo, Dios nos convirtió en profetas. El gran profeta es Cristo, que anuncia al Padre, dijo, y el día del bautismo "Dios nos regaló los anteojos de la fe".

Una multitud llenó todos los asientos de la parroquia San Ignacio de Loyola, en el barrio porteño de Montserrat, quedando medio centenar de asistentes de pie, en la celebración del aniversario de esa comunidad de laicos católicos, realizada el sábado 27 de septiembre por la tarde.


Entre otros, había integrantes de las "escuelas de la paz" de Lanús, de Villa Martelli, de San Isidro (la Cava); de Los Ceibos, Gregorio de Laferrere y barrio Almafuerte (de La Matanza), así como personas en situación de calle en la ciudad de Buenos Aires.

Monseñor Giorgi destacó varios aspectos de la acción de San Egidio: 1) ser artesanos de paz; 2) el compromiso con los enfermos ?"yo soy médico", dijo, valorándolo, 3) el diálogo ecuménico e interreligioso; 4) la lucha contra la pena de muerte y la esclavitud, a pesar de que en el mundo "hay muchas penas de muerte y esclavitudes disfrazadas"; 5) la asistencia a los afectados por catástrofes naturales.

"Quiero agradecerles en nombre de la Iglesia el desafío que tienen", señaló monseñor Giorgi. E instó a todos a auxiliarse para querer ser santos; afirmó que santo es quien se deja conducir por el Espíritu Santo.

Luego, todos los presentes hicieron el compromiso de renunciar a "todo lo que nos aleja de Dios", al demonio; manifestaron su unidad y comunión con el Papa y pidieron "que no seamos indiferentes a los tantos hermanos que llaman a nuestra puerta". Y se rezó, mencionándolos, por distintos países atravesados por guerras y conflictos.

Concelebró la misa el padre salesiano Enrique Romani, párroco de San Pedro, en el barrio porteño de La Boca.

Cerca del altar había un retrato de Floribert Bwana Chui, joven congoleño de la Comunidad de San Egidio, beatificado en Roma el 15 de junio de 2025 como mártir asesinado por enfrentar la corrupción al negarse a aceptar sobornos como funcionario.

Asistió a la misa en la primera fila el primer secretario de la embajada de la República Democrática del Congo, Nisqo Baku.

Concluida la misa, todos los presentes fueron invitados a subir las escaleras y dirigirse al primer piso de la casa parroquial, donde en un amplio recinto puesto a nuevo, compartieron empanadas y otros alimentos y bebidas, servidos por jóvenes de las escuelas, en un ágape bien provisto y un cordial ambiente de confraternidad.+ (Jorge Rouillon)

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