Martes 11 de marzo de 2025

Nuevas dulces propuestas navideñas de la Abadía Santa Escolástica

  • 1 de diciembre, 2014
  • Victoria (Buenos Aires)
Las monjas benedictinas de la Abadía de Santa Escolástica, de Punta Chica, vuelven a sorprender con sus deliciosas creaciones para Navidad, elaboradas según las tradicionales recetas de la Orden. La innovación de este año es el pan dulce moreno, elaborado con azúcar negra, nuez y frutas secas. A esta novedad se agrega al "producto estrella" que es el "Pan dulce de la Abadía". Las religiosas también ofrecen el tradicional Stollen y una gran variedad de productos navideños.
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Las monjas benedictinas de la Abadía de Santa Escolástica, de Punta Chica, vuelven a sorprender con sus deliciosas creaciones para Navidad, elaboradas según las tradicionales recetas de la Orden.

La innovación de este año es el pan dulce moreno, elaborado con azúcar negra, nuez y frutas secas.

A esta novedad se agrega el "producto estrella" de las monjas que es el "Pan dulce de la Abadía". Su receta es un misterio que se pierde en el tiempo, pero quienes lo conocen aseguran que se trata de un producto exquisito y ejemplar. Ello se debe a los ingredientes empleados -todos ellos de primerísima calidad ? y su elaboración enteramente artesanal. A esta originalidad se agrega la textura húmeda y esponjosa debido a la abundancia de frutas.

El Pan dulce de la Abadía viene en cuatro tamaños: 150, 250 o 500 gramos, además del de un kilo. Viene en tres formas diferentes: con frutas glaseadas y secas (cognac, pasas rubias, ananá, higos, ciruelas, damascos, naranja, cerezas al marraschino, nueces, almendras, avellanas y castañas de cajú), sólo con frutas secas (nueces, almendras, avellanas, castañas de cajú) o bien con frutas glaseadas y secas relleno de helado.

Las religiosas también ofrecen el tradicional Stollen, típico pan dulce alemán, de masa especiada relleno con crema pastelera, ciruelas remojadas en rhum y chips de chocolate.

Asimismo, preparan una gran variedad de productos: Panforte di Siena, turrones, galletitas de navidad, mazapanes, bombones elaborados con chocolate belga, variedad de alfajores y de galletitas finas, trufas, marrón glacé, ciruelas rellenas con dulce de leche bañadas en chocolate belga, tortas inglesas, galesas, de dátiles, de frutos secos, stollens, figuras de chocolate en diseños exclusivos, cup-cakes con decoración navideña ideal para alegrar la mesa de los más chicos.

Los productos se presentan también en vistosas bolsas navideñas, especialmente preparadas para regalos y que tienen una gran utilidad posterior. Asimismo tienen una amplia y cuidada gama de pesebres, adornos navideños, artesanías religiosas, medallas, tarjetas y estampas, dulces y licores.

Un pan dulce con historia
Existen distintas leyendas sobre el origen del Pan Dulce. Una de ellas dice que el panettone nació una Nochebuena en la corte de Ludovico el Moro, señor de Milán desde 1494 a 1500. Dicha leyenda cuenta que el Duque celebró la Navidad con una gran cena, llena de deliciosos platos dignos de la riqueza de la corte milanesa. El postre iba a ser el final de tan lujoso banquete, pero, en el momento de sacarlo del horno, el cocinero se dio cuenta de que se había quemado. Todos se preocuparon en la cocina de Ludovico, pero afortunadamente un lavaplatos, llamado Antonio, que había utilizado las sobras de los ingredientes para amasar un pan dulce y llevárselo a su casa, propuso servir su pan como postre. Así lo hicieron. El postre tuvo tanto éxito que Ludovico preguntó al cocinero quién lo había preparado y cuál era su nombre. El cocinero presentó al joven Antonio, quien confesó que ese postre todavía no tenía nombre. El señor entonces decidió llamarlo "Pan de toni", que con los siglos se convertiría en Panettone.

A partir de entonces ese Panettone se expandió por el resto de Italia y Europa, llegando hasta América. Distintas son las características que presenta el Pan Dulce según la región donde se fabrica, por ejemplo: Pan Dulce de Venecia, Stollen (pan dulce alemán), etc.

Los productos pueden adquirirse sea en el local de la Abadía de Santa Escolástica (Martín Rodríguez 547, Punta Chica, partido bonaerense de San Fernando), o reservarse por teléfono al (011) 4725-2829. En Buenos Aires: Libertad 1240, planta baja, local 19. Teléfono (011) 4519-8016. Más información: abadiatalleres@arnet.com.ar .+

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