Monte Sant'Onofrio: el Vaticano limita el culto a la esfera privada
- 31 de julio, 2025
- Ciudad del Vaticano (AICA)
El prefecto de la Doctrina de la Fe, Card. Víctor Fernández, reconoce la existencia de signos positivos en el fenómeno, pero advierte sobre elementos que requieren discernimiento y vigilancia.

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe confirmó la decisión del obispo de Trivento, monseñor Camillo Cibotti, sobre los supuestos fenómenos sobrenaturales relacionados con el Monte Sant'Onofrio, en Agnone (Molise, Italia). La determinación, calificada como prae oculis habeatur, implica que sólo se permite el culto privado en torno a esta experiencia espiritual.
En una carta firmada por el prefecto del Dicasterio, el cardenal Víctor Fernández, se reconoce la existencia de signos positivos en el fenómeno, pero también se advierte sobre elementos que requieren discernimiento y vigilancia. Según las normas del Dicasterio, esta calificación excluye el culto público, las celebraciones litúrgicas sin aprobación explícita, peregrinaciones organizadas, actos pastorales públicos, la difusión de mensajes no autorizados y cualquier actividad que promueva el fenómeno sin la supervisión eclesiástica.
Los fenómenos, centrados en presuntas apariciones marianas desde 2010, han generado materiales y mensajes en los que se incluyen referencias a la Palabra de Dios, los sacramentos, la caridad y el Espíritu Santo. El cardenal Fernández señala que estos contenidos muestran orientación hacia Jesucristo y aluden a la obediencia como actitud esperada. Sin embargo, añade el cardenal, "hay dos aspectos que hay que considerar con particular cuidado".
La primera es que el anterior obispo de Trivento, Claudio Palumbo, señaló el "incumplimiento de las prescripciones impuestas por el ordinario local respecto a la prohibición de cualquier forma de culto público o privado". Esta observación, sin embargo, no se refería directamente a la conducta del supuesto vidente, "sino a aquellos miembros del clero que quieren fomentar el incumplimiento de 'cualquiera que sea el juicio de la Iglesia', constituyendo así 'un magisterio paralelo de facto'" y causando así "una herida en la comunión eclesial que ciertamente no es una señal positiva".
Por otro lado, señala el cardenal Fernández, los mismos supuestos mensajes contienen un llamado a la obediencia.
El segundo aspecto que requiere una cuidadosa consideración es que, en la carta que contiene la opinión del ex obispo de Trivento sobre los supuestos fenómenos, también se menciona una posible confusión sobre la naturaleza de las relaciones entre las almas de los difuntos y el camino de la Iglesia a través de la historia.
"Si bien esta confusión no surge de declaraciones explícitas y específicas ni de la práctica del supuesto vidente", dice la carta, "es igualmente cierto que existen posibles riesgos que, junto con la evaluación de los signos positivos, justifican la necesidad de un período de vigilancia".
En este contexto, se autoriza únicamente el culto privado, en forma de visitas personales o de grupos reducidos al lugar de la cruz y al recorrido del Vía Crucis. El prefecto pide a quienes participan en esta experiencia mantener una actitud de humildad y apertura al diálogo con las autoridades eclesiásticas.
La carta incluye una explicación sobre la enseñanza de la Iglesia en torno a los difuntos. El cardenal Fernández recuerda la distinción entre la oración por los difuntos -que es expresión del misterio de la comunión de los santos- y la evocación de los muertos mediante prácticas espiritistas, condenada por la Iglesia.
El cardenal Fernández concluye invitando al obispo de Trivento a confirmar que no hay ambigüedad doctrinal dentro del grupo vinculado al fenómeno. Señala que una evolución en los dos puntos críticos mencionados -la comunión eclesial y la claridad doctrinal- podría abrir la posibilidad de un reconocimiento más amplio en el futuro.+