Mons. Miñarro llamó a poner la Palabra de Dios en el centro de la vida
- 30 de septiembre, 2025
- Cipolletti (Río Negro) (AICA)
El obispo invitó a escuchar la Biblia para construir una sociedad más justa y fraterna, recordando que la felicidad plena solo es posible si se comparte con los más necesitados.
Monseñor Oscar Miñarro, administrador apostólico de Alto Valle de Río Negro y obispo asesor del Departamento Nacional de Animación y Pastoral Bíblica (Denapbi), presidió la misa por el Domingo Bíblico Nacional en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en la ciudad rionegrina de Cipolletti, donde llamó a poner la Palabra de Dios en el centro de la vida.
Durante la homilía, Miñarro subrayó la centralidad de la Palabra de Dios en la vida cristiana, recordando que "desde el comienzo de la creación, Dios iba creando a través de la palabra" y que "esa palabra es viva y genera vida".
En sintonía con el Evangelio proclamado, reflexionó sobre la parábola del rico y el pobre Lázaro, advirtiendo que la indiferencia ante el sufrimiento ajeno "hace perder incluso la identidad", mientras que el pobre "tiene nombre y está en el corazón de Dios".
"Dios quiere que todos seamos felices. Por eso, cuando alguien sufre, toca el corazón de Dios", expresó el prelado, llamando a la comunidad a reconocer los "Lázaros de este tiempo": personas en situación de calle, jóvenes atrapados en las adicciones, familias sin trabajo o vivienda.
Describir qué nos pide Dios
"La invitación es a escuchar la Palabra para descubrir qué nos pide Dios: estar atentos al que necesita, acercarnos con cariño y compartir lo que tenemos", remarcó.
Monseñor Miñarro advirtió que, así como en el relato evangélico "el rico tenía manjares pero no veía a Lázaro", hoy también existen "mesas donde sólo importa el dinero, las finanzas y la ostentación, mientras otros no tienen qué comer".
En ese sentido, animó a los fieles a comprometerse en la construcción de un mundo más fraterno: "En el cristianismo no se es feliz uno solo; la felicidad se alcanza ayudando a que los demás también lo sean".
La celebración coincidió con la entrega de biblias a los niños de catequesis de la comunidad, un gesto que el obispo destacó como "un regalo de Dios" para que las familias descubran que "en el centro del corazón de Dios estamos cada uno de nosotros".
Finalmente, monseñor Miñarro pidió que la Palabra siga guiando el caminar de la Iglesia en Argentina, "para que nadie quede fuera de la mesa de la vida".
Más información en https://abpcea.wordpress.com/ y en redes sociales.+