Miércoles 4 de diciembre de 2024

Los obispos brasileños salen en defensa del pueblo yanomami

  • 1 de febrero, 2023
  • Brasilia (Brasil) (AICA)
Que la situación de los pueblos indígenas suscite "santa indignación" en el corazón de todos, especialmente de los cristianos, exhortaron los prelados del Brasil.
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Ante la grave situación que vive el pueblo yanomami, la Conferencia Episcopal Brasileña (CNBB) pidió a las autoridades un “trato adecuado dedicado al pueblo yanomami y a todas las comunidades indígenas presentes en el territorio brasileño”. 

En una nota de la presidencia de la CNBB, los prelados expresan que, “ante la gravedad de lo que sucede en el norte del país, las muertes, especialmente de niños y ancianos, deben ser investigadas para que la justicia prevalezca. El genocidio de los yanomami es un capítulo nunca olvidado en la historia de Brasil, que no se repita un crimen similar contra la vida de nuestros hermanos y hermanas".

La declaración episcopal, titulada "En defensa de los pueblos indígenas", publicada el 31 de enero, está motivada por la dramática situación que vive el pueblo yanomami. En primer lugar, se recordó allí que la falta de respeto a los derechos de los pueblos indígenas, que se ha agudizado en los últimos años, “fue denunciada por el Consejo Indígena Misionero (CIMI) en su informe anual”, por lo que la realidad que vive el pueblo yanomami es una síntesis de lo que presenta el informe del CIMI. 

“Los pueblos originarios, integrados a la naturaleza, fueron obstinadamente despreciados por la codicia y por la explotación depredadora del medio ambiente, que propaga la muerte en nombre del dinero”, se agregó en el comunicado.

Los obispos señalaron que esta situación debe suscitar una "santa indignación" en el corazón de cada persona, especialmente de los cristianos. “Hay que defender la vida con eficacia, no sólo en una fase concreta, sino a lo largo de su curso. Y la defensa de la vida humana es inseparable del cuidado del medio ambiente”.

La Iglesia Católica del Brasil reafirmó así su cercanía y solidaridad con el pueblo yanomami, a través de su red de comunidades de fe. “Los dolores de todo indígena también son los de la Iglesia, que, a través del magisterio del papa Francisco, enseña la importancia de los pueblos indígenas en la preservación del planeta”, destacó la nota. A pesar del "momento presente de tristeza y desolación", la Iglesia "seguirá trabajando, intensificando cada vez más sus acciones, en unión con muchas realidades de la sociedad y del poder público, para que prevalezca la esperanza, confiada en que cada yanomami será respetado en su dignidad de hijo e hija de Dios".

“La emergencia que vive el pueblo yanomami, que ha cobrado gran visibilidad en los últimos días, es consecuencia de la invasión de su territorio por miles de buscadores, que realizan actividades ilícitas asociadas a grupos criminales”, explicó el administrador diocesano de la diócesis de Roraima, padre Lucius Nicoletto. El accionar de esos grupos suscitó falta generalizada de atención en salud, devastación ambiental, afectaciones diversas a las comunidades indígenas de la zona     -conformadas por aproximadamente 30.000 personas (de las cuales, entre 11.000 y 13.000 fueron afectadas por la crisis humanitaria)- y el colapso del sistema de salud, lo que llevó al gobierno federal a declarar una emergencia de salud pública en el territorio yanomami.

El cardenal Leonardo Steiner, arzobispo de Manaus y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de la Amazonía, viajó ayer a Boa Vista, capital del estado de Roraima, para expresar, en nombre del papa Francisco y de la CNBB, su solidaridad con el pueblo yanomami. El objetivo era también encontrar líderes indígenas para dialogar, para escuchar, para evaluar una presencia aún mayor de la Iglesia.

La CNBB envió, con la contribución de la fundación Adveniat, el valor de R$ 350.000 para ayuda humanitaria y de emergencia al pueblo yanomami. Los recursos, que serán administrados por la diócesis de Roraima, estarán destinados a proveer alimentos, medicinas, ropa y materiales para apoyar la economía comunitaria, y para ayudar a las personas desplazadas y contribuir a su desplazamiento mediante transporte aéreo y terrestre.+