Jueves 18 de abril de 2024

La Pontificia Comisión para América Latina propone un sínodo sobre la mujer

  • 13 de abril, 2018
  • Ciudad del Vaticano
"La Iglesia en América Latina debe reconocer y apreciar el papel de las mujeres y poner fin a la práctica de utilizarlas únicamente como trabajadoras sumisas en la parroquia". Esta es una de las conclusiones de la reunión plenaria de la Comisión Pontificia para América Latina, que tuvo lugar del 6 al 9 de abril en el Vaticano. A su término, los miembros de la comisión propusieron la celebración de un sínodo de obispos sobre "la mujer en la vida y misión de la Iglesia".
Doná a AICA.org
"La Iglesia en América Latina debe reconocer y apreciar el papel de las mujeres y poner fin a la práctica de utilizarlas únicamente como trabajadoras sumisas en la parroquia". Esta es una de las conclusiones de la reunión plenaria de la Comisión Pontificia para América Latina, que tuvo lugar del 6 al 9 de abril en el Vaticano. A su término, los miembros de la comisión propusieron la celebración de un sínodo de obispos sobre "la mujer en la vida y misión de la Iglesia".

"Todavía existen clérigos mandones ?machistas? que intentan utilizar a las mujeres como sirvientas dentro de su parroquia, casi como clientas sumisas de culto y trabajo manual para lo que se necesita. Todo esto tiene que terminar", recoge el documento final de la plenaria, cuyo tema (?La mujer: pilar en la construcción de la Iglesia y la sociedad en América Latina?) fue elegido por el mismo papa Francisco, según ha hecho público L?Osservatore Romano.

Además de los 17 cardenales y siete obispos que forman la comisión, el Papa pidió que se invitara a algunas mujeres latinoamericanas destacadas. En concreto, acudieron ocho laicas y seis religiosas.

El documento final considera necesario dar soluciones concretas a los problemas femeninos. Otra de las conclusiones más llamativas es que piden que las mujeres formen parte "de los equipos de formación, dándoles autoridad para enseñar y acompañar a los seminaristas, así como la oportunidad de intervenir en el discernimiento vocacional y el desarrollo equilibrado de los candidatos al ministerio sacerdotal".+