"La confirmación es el sacramento de la madurez de la fe"

Más de 100 niños, jóvenes y adultos de la parroquia Santa Rosa de Lima, de la capital provincial, recibieron del vicario general de la diócesis, presbítero Julio Quiroga del Pino, el sacramento de la Confirmación. Durante su homilía, el enviado del obispo explicó que "la Confirmación enriquece con una especial fortaleza del Espíritu Santo y compromete a difundir la fe, especialmente con el testimonio de nuestra vida". "La confirmación es el sacramento de la madurez de la fe", agregó.

La parroquia Santa Rosa de Lima de la capital provincial congregó a unos cien niños, jóvenes y adultos para recibir el sacramento de la Confirmación de manos del vicario general de la diócesis, presbítero Julio Quiroga del Pino. Lo acompañó el párroco, presbítero Manuel Antonio Bulacio, quien presentó a los confirmandos.

Durante su homilía, el enviado del obispo explicó que "la Confirmación es el sacramento de la madurez en la fe, que enriquece con una especial fortaleza del Espíritu Santo y confiere la mayoría de edad en Cristo". "Nos compromete a difundir la fe, especialmente con el testimonio de nuestra vida", agregó.

Asimismo, enfatizó que "este sacramento nos impulsa a trabajar con Cristo en su tarea de añadir nuevos miembros a su Cuerpo Místico, y de hacer más fervorosos a los que ya lo son".

"Nuestras palabras y nuestras acciones ya no se orientan sólo a nuestra personal santificación ?añadió el celebrante-, sino que van además a hacer que la verdad de Cristo se haga real y viva en quienes nos rodean".
"El cristiano confirmado se lanza gozoso al cumplimiento de su vocación: fuerte en la fe y lleno de ardiente amor por el prójimo que nace de su amor a Cristo, experimenta una inquieta búsqueda de hacer algo que valga la pena, algo que contribuya a que todos seamos felices buscando que Dios habite en nuestras vidas", sostuvo.

Al finalizar la predicación, el párroco invitó a los catequistas a encender la velas de los confirmandos para renovar las promesas bautismales y rezar el Credo Niceno Constantinopolitano en comunión con toda la Iglesia en este Año de la Fe, resaltando que la luz de Cristo "es fuente de vida, es alegría y es luz de la fe".

Luego, el vicario procedió a imponer las manos y ungió con el santo crisma a los 102 confirmandos. La alegría de los niños, jóvenes y adultos se unieron con las lágrimas de los familiares que abarrotaron el templo parroquial.

Antes de finalizar la celebración, el padre Quiroga del Pino transmitió el saludo del obispo y concluyó anunciando que a partir de ese momento "tendrán la misión de dar testimonio de la verdad y ser fermento de santidad en el mundo". "Nada puede alegrar más nuestra vida que mostrar la sonrisa de la salvación, y ninguna actitud puede traer más regocijo que compartir las bendiciones recibidas de nuestro Señor", expresó el vicario. +