La arquidiócesis de Bogotá promueve la música litúrgica
- 7 de octubre, 2014
- Bogotá (Colombia) (AICA)
Con el propósito de estimular el desarrollo de la música sacra, la Coordinación para la Cultura, de la arquidiócesis de Bogotá, el Centro Cultural San Francisco de Asís y la Pontificia Universidad Javeriana, llevan adelante desde el 16 de agosto, hasta el 30 de mayo de 2015, la diplomatura en Música Litúrgica. "Ofrecer una capacitación litúrgica, bíblica y musical a los músicos parroquiales y a quienes suelen prestar sus servicios profesionales en las funciones litúrgicas", es la finalidad de esta iniciativa académica que llega ya a su promoción número 12 y ofrece una completa formación para el ejercicio de la música litúrgica como herramienta de la vida pastoral de la Iglesia.
"Ofrecer una capacitación litúrgica, bíblica y musical a los músicos parroquiales y a quienes suelen prestar sus servicios profesionales en las funciones litúrgicas", es la finalidad de esta iniciativa académica que llega ya a su promoción número 12 y ofrece una completa formación para el ejercicio de la música litúrgica como herramienta de la vida pastoral de la Iglesia.
"Hoy podemos contar con un grupo numeroso e idóneo de personas capacitadas para ejercer la tarea de dirigir la actividad musical de la Iglesia en el marco de la liturgia, por eso nos sentimos orgullosos de iniciar la décimo segunda promoción de la diplomatura de Música Litúrgica, que abre nuevos caminos para una evangelización renovada y abierta a un futuro lleno de promesas", dice la Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones, OAC-Bogotá, en una nota de prensa.
Música Litúrgica
Como se explica en la información sobre el curso, la diplomatura tiene una duración de 160 horas distribuidas en dos semestres, tiempo en el cual se ofrece formación litúrgica, bíblica y musical. Al concluir el programa, los estudiantes obtienen un certificado que cuenta con el aval de la Pontificia Universidad Javeriana y el apoyo de la Comisión de Música Sagrada y Liturgia de la arquidiócesis de Bogotá.
En cuanto a los contenidos de la diplomatura, el curso brinda formación en el área de liturgia fundamental y sacramental de acuerdo con la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, "para que los participantes lleguen a tener criterios claros en la selección y ejecución del canto en las celebraciones litúrgicas", como subraya el programa académico.
Del mismo modo, se desarrollan talleres prácticos para que los alumnos conozcan las funciones antropológicas del canto y de la música, y el vocabulario del canto litúrgico; se profundiza en la unión que existe entre Biblia y liturgia estudiando cada una de las partes del ordinario de la Misa, y el lugar que ocupan los salmos en la celebración; se efectúa una apreciación de las diferentes expresiones musicales religiosas en el proceso histórico de la Iglesia; y se proporcionan elementos de técnica vocal y pedagogía coral para la correcta interpretación del repertorio en las funciones litúrgicas, entre otros aspectos.
La dignidad de la Música Sagrada
Por siglos la tradición musical de la Iglesia constituyó un tesoro de valor inestimable, que se destaca sobre las demás expresiones artísticas, ya que el canto sagrado es una parte necesaria dentro de la liturgia solemne. Todos estos aspectos fueron contemplados en la Constitución Sacrosanctum Concilium, sobre la Sagrada Liturgia, de Pablo VI.
En ella se destaca: "La música sacra será tanto más santa cuanto más íntimamente esté unida a la acción litúrgica, ya sea expresando con mayor delicadeza la oración o fomentando la unanimidad, ya sea enriqueciendo la mayor solemnidad de los ritos sagrados. Además, la Iglesia aprueba y admite en el culto divino todas las formas de arte auténtico que estén adornadas de las debidas cualidades".
Igualmente hace referencia a la formación musical: "Dése mucha importancia a la enseñanza y a la práctica musical en los seminarios, en los noviciados de religiosos de ambos sexos y en las casas de estudios, como también en los demás institutos y escuelas católicas; para que se pueda impartir esta enseñanza, fórmense con esmero profesores encargados de la música sacra. Además se recomienda que, según las circunstancias, se erijan institutos superiores de música sacra. Dése también una genuina educación litúrgica a los compositores y cantores, en particular a los niños".+
