Domingo 28 de abril de 2024

Encuentro interreligioso en la exposición rural de Palermo

  • 25 de julio, 2023
  • Buenos Aires (AICA)
Por primera vez se reunieron dignatarios de diferentes credos en la muestra de ganadería, agricultura e industria en el predio de Palermo, convocados por la Sociedad Rural Argentina.
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Por primera vez en 135 años, el pasado domingo 23 de julio de 2023, se realizó un encuentro interreligioso en la exposición de ganadería, agricultura e industria que anualmente organiza la Sociedad Rural Argentina en el predio ferial de Palermo.

Compartieron un estrado monseñor Alejandro Giorgi, obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario episcopal de la zona Belgrano, por el catolicismo; el rabino Ioni Shalom, de la comunidad Bet Hilel, por el judaísmo; el pastor Christian Hooft, presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), y el sheij Abdelnaby Elhefnawy, por la comunidad islámica.

Cada uno hizo una breve reflexión y entre cada una de ellas cantó el coro del municipio de Tres de Febrero. Al final se entonó el Himno Nacional argentino y todos los presentes repitieron las palabras de la oración de San Francisco que empieza diciendo: “Oh, Señor, hazme un instrumento de tu paz, donde haya odio, lleve amor…”

Al terminar, el presidente de la Sociedad Rural, licenciado Nicolás Pino, deseó que podamos tener la capacidad de ver que es posible vivir en una misma comunidad bajo un mismo Dios –“Dios es uno y todos invocamos al mismo”- y dijo que ojalá este encuentro interreligioso que se realiza por primera vez “nos dé baterías para seguir adelante”. Sin dejar de advertir la situación en que está la Argentina, ni ahondar en sus problemas, celebró los 40 años de democracia ininterrumpida en nuestra patria y recordó que estamos en un año electoral.

“Esta es nuestra patria”
“Hoy nos reúne la esperanza de poder avanzar unidos, respetando y conservando nuestra diversidad de pensamiento, de filosofía y religión hacia la nación que soñaron y forjaron nuestros mayores”, se leyó al empezar el acto. “Esta es nuestra patria, a ella pertenecemos y ella nos da cobijo y la amamos y muchas veces nos duele, pero tenemos esperanza interminable”.

El coro entonó “Serenata para la tierra de uno”. El conductor, Gerardo di Fazio, expresó: “Las corrientes inmigratorias traen a nuestro suelo sus tradiciones y su manera de alabar a Dios”. Evocando a los colonos judíos que llegaron de países lejanos, abrió paso a la invocación del rabino Shalom. Este evocó a Moisés y pidió al Dios de toda la humanidad que desarraigue el odio de los corazones y que inspire la paz y la unidad en esta sociedad que es rica en campos, en capital social, en personas, en religiosidad.

Malas y buenas cosechas
“La gente de nuestros campos posee con la naturaleza un vínculo especial. Malas cosechas, buenas cosechas; sequías (como la que todavía estamos padeciendo) o inundaciones, pero siempre salimos adelante”, dijo el locutor antes de que se escuchara “La cigarra”, pieza musical de María Elena Walsh. Seguidamente, el sheij Elhenawy hizo notar la responsabilidad que tenemos en cada decisión que tomamos con respecto a la tierra, que debemos honrar, y rogó a Dios, el Altísimo, el Todopoderoso, fuente de toda razón, que inspire a todos los creyentes.

El coro entonó “Zamba de mi esperanza”. Luego el locutor dijo que el campo no es algo estático y que no cambia, sino que muta, crece y se desarrolla. Del mismo modo, nuevas corrientes inmigratorias, desde mediados del siglo XIX, “han aportado a nuestra nación unas diversas formas de alabanza a Cristo y de pertenencia a los nuevos movimientos religiosos cristianos”.

Cuando llueve y cuando no llueve
Por ACIERA, el pastor Hooft sostuvo que “somos conscientes de la sustentabilidad que le ha dado el sector agropecuario y agroindustrial a la economía de nuestro país. Pero bien sabemos que este sector no son solo capitales, sino mayormente productores, son familias de trabajo, son argentinos que deciden invertir, esforzarse y creer en el país cada mañana, todos los días. Cuando llueve y cuando no llueve. En buenos tiempos y malos tiempos. Buenas administraciones y malas”.

“Hoy más que nunca vemos la importancia de ese aporte del 25% del PBI de la Argentina. Cuando se produce, se exporta y se aporta, nadie lo nota. Se nota justamente cuando falta. Y eso nos habla de indiferencia”. Rogó a Dios: “Ten piedad, que no se corte tu misericordia sobre nuestra tierra”.

 Y agregó: “Si crece el campo, crece la Argentina. Es el motor que impulsa el crecimiento del país. Por eso rogamos que no haya más grieta, esa herida que atenta contra nuestra Patria, que sólo va a salir adelante si estamos unidos y miramos a Dios, nuestra Fuente de toda razón y justicia.” Pidió al Señor: “Bendice a sus dirigentes y dales sabiduría para conducir este sector para que siga siendo sustentable”.

Monseñor Giorgi: “Dios hace fiesta”
Luego, se escuchó el canto “Yo vengo a ofrecer mi corazón”. Y el locutor dijo: “Desde la fundación de nuestras ciudades y poblados, los españoles y luego muchos de los inmigrantes que llegaron a nuestro suelo construyeron sus ciudades en torno a una capilla o una iglesia. Muchos sacerdotes y religiosos enseñaron y enseñan aún hoy las tareas del agro y de la ganadería a los jóvenes. Y en tiempos en los cuales el clima no era propicio, se llegaron hasta las iglesias confiados en que el Señor sin duda escucha sus ruegos. En nombre de la grey católica la invocación religiosa está a cargo de monseñor Alejandro Giorgi, obispo auxiliar de Buenos Aires”.

“En este momento Dios hace fiesta –dijo el obispo, complacido-, contemplándonos como un padre que está feliz de ver a sus hijos e hijas unidas”. Citó el Salmo 133, que dice “Qué bueno es que los hermanos estén unidos”, y señaló que allí el Señor da su bendición.

Recordó que Jesús, antes de su entrega en la Cruz, rogó al Padre “que sean uno como nosotros somos uno”. Porque, precisó el obispo, Dios es familia, es comunión.

Confesó él que había pensado por su parte en la oración de San Francisco –que por otro lado los organizadores habían impreso y distribuido en muchos asientos- y deseó la paz para todos los que viven en nuestro país. “Que el Señor nos proteja y vuelva su rostro sobre nosotros. Y que María Auxiliadora, patrona del agro argentino, nos cubra con su manto”.

La Misa Criolla
Se entonó una parte de la Misa Criolla, de Ariel Ramírez (que tiene un texto de Félix Luna y arreglos del padre Jesús Gabriel Segade), que expresa “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres”.

Antes de que todos hicieran la oración de San Francisco y cantaran el Himno Nacional, el titular de la Sociedad Rural dijo que en enero último nació la idea de realizar este encuentro y agradeció que empezaron a trabajar en ella el mencionado Di Fazio y la presidente de Misiones Rurales Argentinas, Lula Gallardo,  (el próximo domingo, 30 de julio, esta entidad hará oficiar, como todos los años, la Misa del Campo en la pista central de Palermo).

Entre los presentes se hallaban el vicepresidente de la Sociedad Rural, Marcos Pereda; el director ejecutivo de ACIERA, pastor Jorge Gómez; el presidente del Centro Islámico de la República Argentina, licenciado Fabian Amin Ankah, y María Elena Crespo, de Iniciativa de Religiones Unidas (URI).