Viernes 29 de marzo de 2024

En Armenia, el Papa llamó a unirse y aislar a quien usa la religión para la violencia

  • 24 de junio, 2016
  • Ereván (Armenia)
El papa Francisco fue recibido hoy por el presidente de Armenia, Serzh Sargsyan, en el Palacio Presidencial de Ereván, donde llamó a unirse y aislar a quien usa la religión para la violencia, invitó a aprender del genocidio sufrido por los armenios para evitar el peligro de volver a caer en tales horrores y lamentó que las grandes potencias internacionales "miraron para otro lado" cuando ese pueblo fue martirizado por el Imperio Otomano. "Rindo homenaje al pueblo armenio, que iluminado por la luz del Evangelio incluso en los momentos más trágicos de su historia, siempre ha encontrado en la cruz y en la resurrección de Cristo la fuerza para levantarse de nuevo y reemprender el camino con dignidad", destacó.
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El papa Francisco fue recibido hoy en el Palacio Presidencial de Ereván con el presidente de Armenia, Serzh Sargsyan, con quien mantuvo una reunión privada que concluyó con el intercambio de regalos y la presentación de la familia del mandatario armenio.

Luego mantuvo un encuentro con las autoridades civiles y el cuerpo diplomático, ante quienes dio su segundo discurso en su primero de tres días de estadía en Armenia.

El Santo Padre saludó a los habitantes de "esta tierra tan querida" que "ha dado valientemente testimonio de su fe" y dijo que de esta forma retribuía la visita que el presidente armenio le hizo el año pasado en el Vaticano, cuando participó junto a Karekin II y otros líderes religiosos en el centenario del Metz Yeghérn, el "Gran Mal", que azotó a este pueblo y causó la muerte de numerosas personas.

"Aquella tragedia, aquel genocidio, por desgracia inauguró la triste lista de las terribles catástrofes del siglo pasado, causadas por aberrantes motivos raciales, ideológicos o religiosos, que cegaron la mente de los verdugos hasta el punto de proponerse como objetivo la aniquilación de poblaciones enteras", aseveró, y lamentó que "las grandes potencias internacionales miraron para otro lado" durante el genocidio armenio.

"Rindo homenaje al pueblo armenio, que iluminado por la luz del Evangelio incluso en los momentos más trágicos de su historia, siempre ha encontrado en la cruz y en la resurrección de Cristo la fuerza para levantarse de nuevo y reemprender el camino con dignidad", destacó.

El pontífice dijo que esperaba "sinceramente que la humanidad sea capaz de aprender de esas trágicas experiencias a actuar con responsabilidad y sabiduría para evitar el peligro de volver a caer en tales horrores".

"La Iglesia Católica desea cooperar activamente con todos los que se preocupan por el destino de la humanidad y el respeto de los derechos humanos", afirmó y exhortó a "todos los que confiesan su fe en Dios unan sus fuerzas para aislar a quien se sirva de la religión para llevar a cabo proyectos de guerra, de opresión y de persecución violenta, instrumentalizando y manipulando el santo nombre Dios".

El Papa advirtió que hoy se registran persecuciones quizás mayores que en la época de los primeros mártires causando desplazamientos forzados de poblaciones enteras, por lo que consideró "indispensable" que los responsables de las naciones pongan "con valor y sin demora" iniciativas que pongan fin al sufrimiento, busquen la paz y reciban a los perseguidos.

Asimismo, le pidió a Armenia "no dejar de ofrecer su valiosa colaboración a la comunidad internacional".

Francisco recordó también que "este año se cumple el 25 aniversario de la independencia de Armenia" de la Unión Soviética. "Un hecho para alegrarse y una ocasión para rememorar lo conseguido y proponerse nuevas metas", estimó y llamó a mantenerse unidos con los muchos armenios que están en la diáspora.

"La cohesión de todos los armenios, y el creciente esfuerzo por encontrar caminos que ayuden a superar las tensiones con algunos países vecinos, hará que sea más fácil lograr estos importantes objetivos, inaugurando para Armenia una época de auténtico renacimiento", añadió.

El Papa concluyó ofreciendo los recursos humanos de la Iglesia católica en favor del crecimiento de la sociedad, sobre todo con su actividad orientada hacia los más débiles y los más pobres, en el campo sanitario y educativo, y concretamente en el de la caridad, como lo demuestra el trabajo realizado desde hace 25 años por el hospital "Redemptoris Mater", en Ashotsk, las actividades del Instituto educativo a Ereván, las iniciativas de Cáritas Armenia y las obras gestionadas por las congregaciones religiosas.+