Jueves 21 de noviembre de 2024

El Papa alienta a los peluqueros a imitar las virtudes de su patrono San Martín de Porres

  • 29 de abril, 2019
  • Ciudad del Vaticano
Que el ejemplo de San Martín de Porres "los ayude a testimoniar constantemente los valores cristianos. Los estimule, sobre todo, a ejercitar su profesión con estilo cristiano, tratando a los clientes con gentileza y cortesía", dijo esta mañana el papa Francisco a los miembros del Comité San Martín de Porres, que reúne a profesionales italianos de los servicios de estética: barberos, peluqueros y estilistas, de los cuales el santo peruano es patrono.
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Que el ejemplo de San Martín de Porres "los ayude a testimoniar constantemente los valores cristianos. Los estimule, sobre todo, a ejercitar su profesión con estilo cristiano, tratando a los clientes con gentileza y cortesía", dijo esta mañana el papa Francisco a los miembros del Comité San Martín de Porres, que reúne a profesionales italianos de los servicios de estética: barberos, peluqueros y estilistas, de los cuales el santo peruano es patrono.

El Santo Padre recordó la humildad de san Martín de Porres "él, siendo mestizo, fue aceptado en la Orden de los Padres Dominicos como terciario y luego como hermano cooperador. Aceptó esta condición, viviendo una existencia de máxima humildad, irradiada por el amor. Se dedicó con abnegación a los pobres y a los enfermos, ofreciéndoles asistencia sanitaria gracias a las nociones aprendidas en una farmacia y como barbero-cirujano, según las costumbres de aquel tiempo", dijo el Papa.

Francisco recordó que "la figura humilde y grande de San Martín de Porres, que el papa san Pablo VI, en 1966, proclamó patrono de su profesión, los ayude a testimoniar constantemente los valores cristianos. Ofreciéndoles a sus clientes siempre una palabra buena y de ánimo, evitando ceder a la tentación de los chismes que fácilmente se insinúan también en su contexto de trabajo", advirtió.





Ante los miembros del Comité, presentes en Roma para participar en una peregrinación, pidió "que cada uno de ustedes, en el desarrollo de su trabajo profesional, pueda siempre actuar con rectitud, ofreciendo así una contribución positiva al bien común de la sociedad".

San Martín nació en Lima en 1579. Desde niño sintió predilección por los enfermos y los pobres. Aprendió el oficio de barbero y algo de medicina. A los quince años pidió ser admitido como "donado", es decir, como terciario, en el convento de los Dominicos.

En su servicio de enfermero no hacía diferencia entre pobres y los que más tenían, aunque tuvo que pasar por experiencias de incomprensión y envidia. En 1603 hizo su profesión religiosa. +