Jueves 21 de noviembre de 2024

Crisis económica: El 80% de las escuelas católicas del Líbano, en riesgo de cerrar

  • 20 de mayo, 2020
  • Beirut (Líbano) (AICA)
La secretaría general de los institutos católicos del Líbano alertó del riesgo de una "emergencia escolar", ante el peligro de que clausure "el 80% de las escuelas católicas"
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La secretaría general de los institutos católicos del Líbano alertó del riesgo de una “emergencia escolar”, ante el peligro de que clausure “el 80% de las escuelas católicas” por las “dificultades económicas” y la “negligencia” del Estado.



La dramática situación fue explicada en una carta enviada al presidente de la República libanesa, Michael Aoun, firmada por el presbítero Boutros Azar, en la que señala el descuido del Estado hacia un sector vital, teniendo en cuenta el panorama educativo nacional.



Hace algunos días, el papa Francisco donó 400 becas de estudio para sostener la instrucción de los estudiantes libaneses con buen mérito. Sin embargo, se requieren recursos internos e intervenciones específicas para evitar la ruina de una de las “joyas culturales del Líbano: sostener el nivel educativo de su población, sin hacer discriminaciones religiosas, y elevarlo al rango de una misión sagrada”.



La carta abierta -señala AsiaNews- fue dada a conocer públicamente por el mismo padre Boutros Azar y va al fondo de la cuestión: “Esta carta abierta pretende ser una nota de advertencia, que hacemos llegar en nombre de nuestra responsabilidad educativa y nacional; y el punto central es que la mayoría de las escuelas afiliadas a nuestras congregaciones (no menos del 80%) se encaminan al cierre forzoso a causa de la situación económica y por la negligencia del Estado en el cumplimiento de sus deberes. Por tanto, estas escuelas no abrirán sus puertas al comenzar el ciclo lectivo del 2020-2021”.



Al ser entrevistado por L’Orient-Le Jour (LOJ), el padre Azar precisa que con la expresión “negligencia del Estado”, el secretario alude en particular a la ley 46/2018 que modificó la tabla de salarios en el sector público, y puso en grandes dificultades a todos los institutos educativos privados, inclusive a los más grandes. Para las escuelas medianas y pequeñas, sobre todo para aquellas parcialmente subvencionadas por el Estado (que lleva cinco años sin aportar su cuota), la opción es una sola: cerrar, o un drástico recorte de los salarios docentes.



“Realmente no entiendo esta negligencia -subraya el padre Boutros Azar-, esto de desfavorecer la enseñanza privada respecto a las escuelas públicas. El Estado debería reconocer el hecho de que nosotros brindamos un servicio público, y subvencionar la escuela privada”.



A este problema de los salarios, agrega el sacerdote y pedagogo, se sumó el de la devaluación, que empobreció a toda la población. El cierre de las escuelas luego de las manifestaciones de octubre y posteriormente, la imposición de la clausura por la pandemia del nuevo coronavirus, desalentó a los padres de los alumnos, que han pedido una reducción de los aranceles, proporcional al número de días de clausura (cerca del 40% del año escolar). Y esto, pese a que, tal como revela una fuente altamente confiable, solo la mitad de las tasas escolares requeridas ha sido volcada a las arcas de las escuelas privadas.



Cientos de miles de alumnos

“Lo que emerge hoy, tanto desde la Federación de las Escuelas Privadas del Líbano como desde la Secretaría general de las Escuelas Católicas, confirma que estamos ante un desafío generalizado para el sector de la educación privada, que permite la escolarización de más de dos tercios de los alumnos del Líbano (710.000 alumnos, frente a los 260.000 del sector público).



Sin lugar a dudas, las pérdidas que se derivan de todo lo expuesto anteriormente superan con creces la dimensión material, y puede considerarse como una pérdida nacional altamente relevante, que se suma a la serie de pérdidas que azotan al país en este momento.



Esta clausura forzosa -se lee en el llamamiento- obligará a cientos de miles de estudiantes a solicitar una vacante en el sector público. Sin mencionar la pérdida de puestos de trabajo para decenas de miles de docentes, empleados y trabajadores, además del aumento de la desocupación y de la pobreza en el país, y todos los recursos de que disponemos no alcanzan para evitar este peligro”.



Hay un buen número de escuelas grandes, bien arraigadas en el territorio, que tampoco pueden escapar de esta alarmante perspectiva que se vislumbra en el horizonte. +

 


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