Jueves 21 de noviembre de 2024

Brasil: 140 años de presencia salesiana en el país

  • 14 de julio, 2023
  • Brasilia (Brasil) (AICA)
Actualmente, los salesianos de Don Bosco cuentan con seis inspectorías, y las Hijas de María Auxiliadora tienen cuatro. Dedicados especialmente a la educación y evangelización de los jóvenes.
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Los Salesianos de Don Bosco en Brasil, celebran este 14 de julio, 140 años de la llegada a Río de Janeiro, en 1883, del primer grupo de salesianos destinado a iniciar "un vasto movimiento en favor de la juventud".

Los primeros Salesianos de Don Bosco llegaron a Río de Janeiro dirigidos por el padre Luigi Lasagna, figura fundamental en el desarrollo de la obra salesiana en Brasil. Llegaron en respuesta a la petición que unos años antes había hecho el entonces obispo de Río de Janeiro, monseñor Pedro María de Lacerda, al propio Don Bosco para que enviara salesianos a su diócesis con el fin de iniciar una labor educativa con los jóvenes más necesitados, informa la nota difundida por la Agencia de Información Salesiana (ANS).

Los salesianos se instalaron en Niterói, cerca de Río de Janeiro, con el instituto 'Santa Rosa', que abrió sus puertas con solo diez alumnos matriculados y encontró una gran resistencia por parte de la sociedad de la época. En poco tiempo, sin embargo, la actividad salesiana ganó fuerza e importancia: la escuela creció, comenzó el oratorio y se abrieron "cursos de artes y oficios" (como se llamaban los cursos profesionales), sin descuidar la educación general, cultural y religiosa. Se trataba, ya entonces, de lo que hoy se denomina "formación integral" del alumno.

Según el historiador Riolando Azzi, ya en aquella época los salesianos eran vistos, especialmente en los círculos católicos, como un símbolo de renovación en la educación. Sin embargo, "si el nombre de Don Bosco facilitaba la aceptación de la obra salesiana entre los católicos, despertaba la hostilidad de los liberales, en vista de la colaboración que sus discípulos prestaban al movimiento reformista de la Iglesia en Brasil" (Riolando Azzi, I Salesiani in Brasile alla luce della storia).

La campaña inicial contra el establecimiento de los salesianos fue intensa, como cuenta el padre Michele Borghino, primer director del instituto de Santa Rosa, en una carta enviada a Don Miguel Rúa y fechada en 1884: "Empezaron hablando mal de nosotros, luego criticando nuestro método y, por último, haciendo correr la voz por todas partes de que los alumnos iban mal". El padre Borghino subraya, sin embargo, que la fe en María Auxiliadora y la certeza de tener que perseverar superaron todas las dificultades.

Al cabo de un año, la escuela contaba ya con treinta alumnos inscritos regularmente en los cursos de carpintería, sastrería y zapatería. Los talleres crecieron y se hicieron populares. En regiones lejanas de Brasil, el nombre de "Santa Rosa" se hizo conocido por el espléndido trabajo de sus talleres, en particular de imprenta. Y el 30 de junio de 1907 se inauguró el oratorio festivo, una de las instituciones más populares del proyecto educativo elaborado por Don Bosco.

Otro hito histórico de la presencia salesiana en Niterói fue la construcción del monumento en honor a María Auxiliadora, obra del ingeniero salesiano Domingos Delpiano, inaugurado el 8 de diciembre de 1900.

Pero la misión educativa, evangelizadora y de promoción social de los Salesianos no podía quedarse solo allí: pronto se extendió a otras regiones del país. Y la atención a la educación de los jóvenes de las clases populares, especialmente de los ex esclavos e inmigrantes, fue un factor importante en la fundación de la segunda escuela salesiana en Brasil, el liceo "Coração de Jesus", en San Pablo, en 1885.

Poco después, en 1892, llegaron las primeras Hijas de María Auxiliadora (FMA) a Guaratinguetá, también en el estado de São Paulo, para extender el carisma educativo salesiano a las niñas. Otro punto importante fueron las misiones y el liceo "São Gonçalo", en Cuiabá, MT, fundado en 1894, que se convirtió en la puerta de entrada para el trabajo con los pueblos indígenas. Y en el mismo año, se inició la obra salesiana en el Nordeste del país, con el instituto "Sagrado Coração", en Recife, Pernambuco.

La pedagogía y el carisma de Don Bosco, basados en los tres pilares: la razón, la religión y el amor, se extendieron por todo el país. Se iniciaron escuelas, desde la educación infantil hasta la enseñanza superior y avanzada; centros de formación profesional; oratorios; obras caritativas y sociales; así como actividades misioneras entre las poblaciones indígenas y decenas de parroquias bajo responsabilidad salesiana.

Actualmente, los Salesianos de Don Bosco (SDB) están organizados en seis inspectorías en todo Brasil, mientras que las Hijas de María Auxiliadora (FMA) tienen cuatro. Las dos congregaciones trabajan juntas en la Red Salesiana Brasileña (RSB), que actúa en varios frentes dirigidos a la educación y evangelización, especialmente de los jóvenes.

La RSB reúne cien escuelas que ofrecen educación formal -desde el nivel inicial hasta el bachillerato- beneficiando a más de 70.000 estudiantes; 103 obras sociales, que atienden a unos 61.000 niños, adolescentes, jóvenes y sus familias en situación de vulnerabilidad social; 15 institutos de educación superior y 11 centros de comunicación, así como una densa y articulada presencia en parroquias y misiones indígenas.+