Domingo 24 de noviembre de 2024

"África no es una mina que explotar", expresó el Papa en su primer discurso

  • 31 de enero, 2023
  • Kinshasa (República Democrática del Congo) (AICA)
"Me siento feliz de estar aquí, en esta tierra tan bella, grandiosa y exuberante, en la que parece que toda la tierra respirara", expresó el Papa ante el presidente de la R. D. del Congo.
Doná a AICA.org

El papa Francisco inició su agenda prevista para este 31 de enero, primer día de su visita apostólica a la República Democrática del Congo, con una visita de cortesía al presidente del país, Félix Antoine Tshisekedi Tshilombo, en el Palacio de la Nación y, a continuación, en el jardín pronunció su primer discurso ante las autoridades y representantes tanto de la sociedad civil como del Cuerpo Diplomático de esa nación. 

Al principio de su alocución, Francisco lamentó que “aunque la geografía de este pulmón verde es muy rica y variada, la historia no haya sido igualmente generosa con él”. Recordó así que el país sigue sufriendo terribles formas de explotación, “indignas del hombre y de la creación”. 

Francisco utilizó la imagen del diamante para describir el Congo: “Su país realmente es un diamante de la creación; pero ustedes, todos ustedes, son infinitamente más valiosos que cualquier bien que pueda brotar de este suelo fértil. Estoy aquí para abrazarlos y recordarles que tienen un valor inestimable, que la Iglesia y el Papa confían en ustedes; que creen en su futuro, en un futuro que está en sus manos y en el que merecen invertir los dones de inteligencia, sagacidad y laboriosidad que poseen”.

De ahí que el pontífice hiciera un fuerte llamamiento, para que “cada congoleño se sienta llamado a desempeñar su propia tarea. Que la violencia y el odio no tengan ya cabida en el corazón ni en los labios de nadie, porque son sentimientos antihumanos y anticristianos, que paralizan el desarrollo y hacen retroceder hacia un pasado oscuro”. 

Francisco lamentó, en segundo lugar, que el continente africano siga sufriendo diversas formas de explotación: “Se ha desatado un ´colonialismo económico', igualmente esclavizador”.

Por esta razón, el país no puede beneficiarse suficientemente de sus inmensos recursos: “Se ha llegado a la paradoja de que los frutos de su propia tierra lo conviertan en 'extranjero' para sus propios habitantes. El veneno de la avaricia ensangrentó sus diamantes. Es un drama ante el cual el mundo económicamente más avanzado suele cerrar los ojos, los oídos y la boca”.

"África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear"
El Papa pidió a la comunidad internacional respetar y escuchar al país y al continente, que merecen “espacio y atención”: “No toquen la República Democrática del Congo, no toquen el África. Dejen de asfixiarla, porque África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear. Que África sea protagonista de su propio destino”.

El pontífice recordó al mundo “los desastres cometidos a lo largo de los siglos en detrimento de las poblaciones locales”: “Que África, la sonrisa y la esperanza del mundo, adquiera más importancia; que se hable más de ella, que tenga más peso y representación entre las naciones”, añadió. 

“No podemos acostumbrarnos -dijo- a la sangre que corre en este país desde hace décadas, causando millones de muertos sin que muchos lo sepan. Que se conozca lo que está pasando aquí. Que los procesos de paz que están en marcha, los cuales aliento con todas mis fuerzas, se apoyen en hechos y que se mantengan los compromisos”.

Volviendo a la imagen del diamante que “refracta maravillosamente la luz que recibe”, Francisco exhortó a quienes ostentan responsabilidades cívicas y de gobierno “a actuar con transparencia, ejerciendo el cargo recibido como un medio para servir a la sociedad. De hecho, el poder solo tiene sentido cuando se convierte en servicio”.

“No debemos dejarnos manipular ni comprar por quienes quieren mantener al país en la violencia, para explotarlo y hacer negocios vergonzosos; esto solo trae descrédito y vergüenza, junto con muerte y miseria. En cambio, es bueno acercarse a la gente para darse cuenta de cómo vive. Las personas tienen confianza cuando sienten que quien las gobierna está realmente cercano, no por cálculo ni ostentación, sino por servicio”, subrayó el pontífice.

"La educación es la salida hacia el futuro"
Para Francisco, “los diamantes más valiosos de la tierra congoleña, que son los hijos de esta Nación, deben poder contar con oportunidades educativas sólidas, que les permitan aprovechar al máximo los brillantes talentos que poseen. La educación es fundamental, es el camino hacia el futuro, el camino que hay que tomar para alcanzar la plena libertad de este país y del continente africano”. 

Por eso, el Papa lamentó la explotación de muchos niños: “Demasiados mueren, sometidos a un trabajo esclavizador en las minas. Que no se escatimen esfuerzos en denunciar la lacra del trabajo infantil y para acabar con ella. ¡Cuántas muchachas son marginadas y vulneradas en su dignidad! Los niños, las niñas, los jóvenes son la esperanza: ¡no dejemos que sea suprimida, sino cultivémosla con pasión!”.

Utilizando siempre la imagen del diamante, el Papa invitó además al “cuidado de la creación y a la protección del medio ambiente”: “Muchos pidieron el compromiso de África y ofrecieron ayuda para combatir el cambio climático y el coronavirus. Sin duda, son oportunidades que hay que aprovechar, pero lo que se necesita, sobre todo, son modelos sanitarios y sociales que respondan no solo a las urgencias del momento, sino que contribuyan a un efectivo crecimiento social: hay necesidad de estructuras sólidas y de personal honesto y competente, para superar los graves problemas, como el hambre y la malaria, que cortan de raíz el desarrollo”.

Por último, Francisco invitó a los habitantes del país “a un reinicio social valiente e inclusivo. Lo exige la historia luminosa, aunque herida, del país; lo suplican, sobre todo, los jóvenes y los niños. Estoy con ustedes y acompaño con mi oración y cercanía todos los esfuerzos por un futuro pacífico, armonioso y próspero de este gran país. Que Dios bendiga a toda la nación congoleña”.

Las actividades del Santo Padre en la República Democrática del Congo recomenzarán mañana con la celebración de una misa, que se espera multitudinaria, según el rito zaireño del Misal Romano, en el mismo Aeropuerto “Ndolo” de Kinshasa.+