Jueves 21 de noviembre de 2024

Acto en una iglesia por el fin del Ramadán

  • 24 de mayo, 2019
  • Buenos Aires (AICA)
Una reunión por la ruptura del ayuno musulmán de Ramadán congregó a integrantes de distintos credos el jueves 23 de mayo en la parroquia San Ildefonso, del barrio porteño de Palermo, organizado por esa parroquia junto con el Centro de Diálogo Intercultural Alba. Participaron miembros de distintos credos: católicos, evangélicos, musulmanes, judíos y de otras comunidades.
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Una reunión por la ruptura del ayuno musulmán de Ramadán congregó a integrantes de distintos credos el jueves 23 de mayo, a las 19.30, en la parroquia San Ildefonso, Guise 1941, organizado por esa parroquia junto con el Centro de Diálogo Intercultural Alba.

El párroco, presbítero Carlos White, que es delegado del arzobispado de Buenos Aires para el Ecumenismo y el Diálogo Interreligioso, dio la bienvenida a los presentes. "Cuando Nancy Falcón (directora ejecutiva del centro Alba) me llamó para hacer este encuentro me puse supercontento", expresó.

Desde hace años, ese centro, relacionado con el movimiento espiritual y educativo musulmán que inspira el pensador turco Fetullah Gulem, favorable a la convivencia y opuesto a la violencia, promovió esta celebración ?que concluye con un refrigerio (iftar)- en distintos lugares de otros cultos en Buenos Aires, como signo de fraternidad. Entre otros, en años anteriores, se realizaron encuentros similares en dependencias de la parroquia de Nuestra Señora del Socorro, en Juncal y Suipacha, y de la Congregación Israelita de la República Argentina, la antigua comunidad judía de la calle Libertad.

El acto comenzó con varias piezas musicales entonadas por el Coro Interreligioso de San Ildefonso. Luego, en una segunda intervención cantaron el himno "El Señor es mi fortaleza", que concluye diciendo: "En Él confío, no he temer".

El párroco recordó el reciente encuentro del Papa con un consejo de imanes y evocó asimismo el encuentro de San Francisco de Asís con el sultán de Egipto hace 800 años en medio de las Cruzadas. Vinculó el ayuno que realizan los musulmanes en el mes de Ramadán con el que hacen los cristianos en Cuaresma y subrayó su valor como ejercicio espiritual para concentrarse en lo fundamental, que es Dios que es el hermano. Pidió que Dios ilumine a todos.



Hubo breves reflexiones de varios participantes. Nancy Falcón explicó el deseo de compartir con los demás un mes que es bendito para los musulmanes, que ayunan desde que sale el sol hasta el ocaso. Vinculó el ayuno con la limosna, la búsqueda de justicia. "Dios está cerca de aquel que necesita", dijo. Y señaló que sta celebración "nos llena de amor, nos sentimos acompañados. Les agradezco mucho".

A su vez, la rabina Silvina Chemen, de la comunidad Bet-El, explicó el sentido del ayuno y mencionó el Día del Perdón que cada año vive la comunidad judía. Se congratuló de ver a cristianos, judíos, musulmanes y miembros de otros credos bendiciendo al Señor.

El director general del Centro Alba, Burak Ors, leyó una alocución y también cantó unas alabanzas un representante de la comunidad musulmana.

Ors dijo: "En este mes de Ramadán, bendito para todos los musulmanes, quiero evocar la figura del padre de la fe, el profeta Abraham, que es respetado por todos los creyentes. Su figura personifica la necesidad y el deseo del ser humano de mantener una relación con Dios. Este gran patriarca es sin duda, en su papel de padre, la única figura capaz de conciliar los aspectos comunes de los creyentes del mundo como hermanos".

Asimismo, señaló que su movimiento, Hizmet (que significa "Servicio, Servir"), es una Ong internacional que promueve valores como la educación, el bien común, la hermandad entre las naciones, y la paz. "Condenamos enérgicamente los hechos de violencia que lamentablemente suceden hoy en el mundo en nombre de las religiones".

El templo estaba repleto, con mucha gente de pie. Había algunas mujeres musulmanas con pañuelo en la cabeza, pero no eran muchas, menos de una decena. Entre otros, estaban presentes el presbítero Omar Di Mario, de la Comisión Arquidiocesana de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso, y el arzobispo de Buenos Aires de la Iglesia Apostólica Armenia, monseñor Kissag Mouradian, así como el presidente del Centro Alba, Mustafa Eker. Estaba también el ex secretario de Culto Norberto Padilla, y su esposa, la teóloga Gloria Williams de Padilla, secretaria adjunta de la Comisión de Ecumenismo del Episcopado.

Asistió también el rabino Sergio Bergman, actualmente secretario de Medio ambiente de la Nación, quien al retirarse comentó a dos o tres contertulios: "Son estas cosas buenas que tiene la Argentina, aunque no nos falten problemas". Por la parte oficial, también asistieron el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, y por la dirección de Cultos de la Ciudad la funcionaria Pilar Bosca.

Otros asistentes fueron el titular de la Organización Judía de Diálogo Interreligioso (OJDI), Mario Burman; Martha Antueno y Marita Grandoli, por la Confraternidad Argentina Judeo Cristiana; el rabino Arieh Stockman; Sofía Angelidis, ortodoxa griega, y varios integrantes del Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (CALIR), como el abogado Raúl Scialabba, bautista; Ricardo Docampo, dirigente evangélico, y David Frol, de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones). También el pastor evangélico Marcelo Figueroa, que hace años coordinaba un programa televisivo de diálogo del entonces arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio con el rabino Abraham Skorka.

La invitación al acto decía: "El ayuno nos convoca a ser uno con nuestros hermanos de diferentes tradiciones buscando trabajar juntos para construir una sociedad más justa, unida y en paz. Nos parece indispensable unir fuerzas entre personas e instituciones con los mismos valores y fines; por tal motivo esperamos pueda compartir con nosotros este importante espacio de encuentro, unión, paz y fraternidad".

Al final se sirvieron unos bocaditos y bebidas no alcohólicas.+