"Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia" es el lema elegido por el Santo Padre para el Mensaje para la XXXI Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebrará en julio de 2016 en Cracovia (Polonia). El Santo Padre invita, en su mensaje, a los jóvenes a que experimenten en primera persona la misericordia del Señor y lo anima a que ellos mismos se conviertan en instrumento de esa misma misericordia hacia el prójimo. Y les propone, de forma concreta, cómo responder a su llamada: "Quisiera proponerles que, para los primeros siete meses del año 2016, elijan una obra de misericordia corporal y otra espiritual para ponerlas en práctica cada mes".