Tras un largo proceso de investigación por parte de la Justicia paranaense, fue condenado a 25 años de prisión de cumplimiento efectivo el presbítero Justo Ilarraz. Tras la sentencia, el arzobispado de Paraná emitió un comunicado en el que expresa dolor por no haber sabido "encontrar los caminos más adecuados para dar respuestas ajustadas a las necesidades de las víctimas" e invita a la comunidad a "encontrar a través de la reflexión, la oración y la acción solidaria con el prójimo, los caminos de superación de los males que nos aquejan como sociedad".
El presbítero Hugo Adrián von Ustinov, instructor del proceso penal canónico contra Justo Ilarraz, rechazó por su "falsedad" el contenido de una nota periodística publicada en el diario La Nación, en la que una de las víctimas del sacerdote acusado, Maximiliano Hilarza, denunció una supuesta intimidación por parte de los responsables de la investigación eclesiástica.
El arzobispado de Paraná recordó su constante actitud de respeto y cooperación con la Justicia en la investigación y juicio que se sigue al sacerdote Justo Ilarraz por presunto abuso de menores durante la década del 90. La curia local también desestimó las versiones que vinculan a las autoridades eclesiásticas con la defensa del sacerdote acusado.