Con un llamado a la esperanza para ambos países, el arzobispo de esa localidad andina presidió la misa, en la que también se conmemoraron los 50 años de la bendición de ese santuario nacional.
Mons. Malfa invitó a caminar con María escuchando al Papa que llama a una cultura del encuentro para construir un pueblo en paz, justicia y fraternidad.