La cuarta encíclica del Papa Francisco contiene reflexiones y aportes sobre el Sagrado Corazón formuladas por el religioso jesuita, hijo espiritual de Jorge Bergoglio.
La delegación nacional estuvo con las autoridades del templo y del Colegio, y compartió con sacerdotes que están realizando sus estudios en universidades pontificias e institutos superiores romanos.
El Papa Francisco sumó al arzobispo de Buenos Aires a ese organismo vaticano. Continuará también como integrante del Dicasterio para los Obispos.
El arzobispo destacó la importancia de los foros conexos, que "garantizaban la participación de diversos oradores. Se trataba de voces realmente diversas, no coincidentes con una teoría determinada".