El obispo de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli, criticó el fallo de la Corte Suprema de la Nación que hubiera permitido la eutanasia sobre Marcelo Diez, un paciente que permaneció 20 años postrado luego de un accidente y que finalmente falleció pocas horas después de la sentencia. Para el prelado, Diez tenía "conciencia mínima" y no estaba en estado vegetativo. También consideró que su muerte natural evitó "un trauma para Neuquén".
Un grupo de investigación periodística conformado por estudiantes de la Universidad Nacional del Comahue entrevistó a las personas más cercanas a Marcelo Diez, el hombre neuquino que permanece desde hace 19 años en estado vegetativo y a quien intentan retirarle el soporte vital del alimento y el agua. Entre los testimonios recogidos, oyeron a Nélida Barreiro, una de las cuidadoras, quien aseguró que Marcelo Diez "siente algo".
El Instituto de Investigaciones Bioéticas (INIBIO) de la Universidad Católica de La Plata (UCALP) criticó el dictamen de la procuradora general de la Nación doctora Alejandra Gils Carbó, a favor de la muerte eutanásica de Marcelo Diez, y lamentó que la funcionaria judicial haya ignorado el "amicus curiae" presentado por la directora de ese instituto, doctora María Paula Casanova, mediante el cual le hacía presente a "los miembros del tribunal los últimos avances científicos en relación a los pacientes en estado vegetativo". "Dichos estudios afirman que es científicamente irresponsable afirmar la imposibilidad de la reversión del cuadro y poniendo en duda la absoluta falta de conciencia de sí mismo y del entorno que tenga el interesado", subrayó en una declaración. Asimismo, recordó que ese informe subraya que el suministro de alimentación e hidratación no es un tratamiento médico, sino humano, y por lo tanto no puede ser considerado "desproporcionado" a su estado de salud.
La Iglesia en Neuquén manifestó su preocupación frente al dictamen de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, que avaló el pedido de las hermanas de Marcelo Diez, un hombre que permanece postrado desde hace 18 años como consecuencia de un accidente de tránsito y al que la familia desea quitarle los soportes vitales. Para el obispo de Neuquén, monseñor Virginio Bresanelli SCJ, retirar los soportes vitales implica retirarle la alimentación y dejarlo morir de inanición.